En los últimos meses, gigantes que siempre habían evitado pagar dividendos han comenzado a repartir beneficios.

  • Apple lleva años devolviendo capital a sus accionistas, y ahora otras compañías que nunca lo habían hecho están siguiendo el mismo camino.
  • Meta (Facebook) sorprendió en 2024 con el primer dividendo de su historia, dejando claro que no será el último.
  • Alphabet (Google) anunció en abril de 2024 su primer dividendo, acompañado de una recompra masiva de acciones.
  • Microsoft y Apple han incrementado sus pagos en 2025 hasta niveles históricos.
  • Oracle y Broadcom se suman también a esta tendencia, reforzando la idea de que la tecnología y los dividendos ya no son mundos separados.

Este cambio abre la puerta a una nueva forma de invertir en tecnología: una que combina crecimiento con ingresos pasivos.

¿Por qué están cambiando las tecnológicas?

Hay varios motivos detrás de este giro:

  • Menor potencial de crecimiento: ya no pueden expandirse al ritmo de antes, y reinvertir cada dólar no ofrece el mismo retorno.
  • Exceso de liquidez: generan tanto dinero que repartir parte se vuelve casi inevitable.
  • Nuevos inversores: ahora pueden atraer fondos que buscan dividendos, algo impensable hace unos años.
  • Presión de accionistas: cada vez son más las voces que piden devolver capital a los dueños de la empresa.

¿Qué significa para los pequeños inversores?

  • Menos volatilidad: las acciones que pagan dividendos suelen ser más estables.
  • Ingresos con marcas conocidas: ya no hace falta elegir entre dividendos o tecnología.
  • Nuevos fondos temáticos: surgen ETFs que combinan “tech” con dividendos.
  • Doble revalorización: las acciones pueden subir tanto por crecimiento como por atraer a inversores más conservadores.

¿Es sostenible este cambio?

Todo apunta a que sí.

Las grandes tecnológicas han alcanzado una madurez que las obliga a buscar nuevas formas de satisfacer a sus accionistas. Tienen caja de sobra, menos proyectos de expansión masiva y un mercado que valora la estabilidad.

Eso no significa que dejen de innovar, pero sí que entran en una etapa más madura, como en su momento ocurrió con empresas históricas como Coca-Cola.

¿Cómo aprovechar esta oportunidad?

  • Busca empresas tecnológicas con caja neta positiva y un payout creciente.
  • Revisa si aumentan el dividendo o recompran acciones.
  • Evita compañías que todavía queman capital o dependan solo del “hype”.
  • Diversifica siempre: es la regla básica de cualquier estrategia.

Además, puedes usar la reinversión automática de dividendos para aprovechar el interés compuesto a largo plazo.

Estrategias de cobertura con opciones del Nasdaq

Además de invertir directamente en acciones tecnológicas que pagan dividendos, los inversores cuentan en el mercado con herramientas de cobertura que les permiten gestionar mejor el riesgo en este sector. Una de las más utilizadas son las opciones financieras, que ofrecen la posibilidad tanto de proteger carteras como de generar ingresos adicionales.

En este caso, el instrumento más directo serían las opciones sobre el Nasdaq 100, ya que este índice concentra a las principales compañías del sector de la tecnología.

A través de instrumentos como puts de protección, calls cubiertas o estrategias combinadas, los inversores pueden suavizar la exposición a la volatilidad inherente al mercado tecnológico. Sin necesidad de reemplazar la inversión directa en acciones, estas coberturas permiten complementar una cartera enfocada en dividendos con un enfoque más defensivo frente a los vaivenes del índice. Para quien quiera profundizar en este tipo de productos, aquí se puede encontrar información adicional sobre el mercado americano de opciones.

Conclusión

En 2025, las grandes tecnológicas han empezado a compartir su riqueza con los accionistas. Lo que antes eran acciones enfocadas solo en crecer, ahora también pueden generar ingresos constantes.

La renta variable evoluciona, y el inversor minorista que sepa leer este momento podrá encontrar oportunidades que antes no existían.

Los Futuros y las Opciones son instrumentos complejos y presentan un riesgo elevado de perder dinero rápidamente debido al apalancamiento. Los Futuros y las Opciones no cuentan con la protección de saldo negativo y las pérdidas podrían exceder el saldo depositado en su cuenta. Cada inversor debe valorar los riesgos de los instrumentos financieros, así como sus conocimientos del funcionamiento de los mercados antes de realizar operaciones con productos complejos. El presente artículo puede considerarse pieza publicitaria de ibroker.es. Puede consultar más información sobre el producto en el KID disponible en la web ibroker.es