Tenéis una exposición variada por países desde México, Sudáfrica o Rusia. ¿En qué zona geográfica veis más oportunidades en el corto, medio plazo?

Nuestra exposición en Latinoamérica es probablemente la más importante, entre las cuales destaca México. El país mexicano tuvo el año pasado una volatilidad alta con motivo de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el peso mexicano se depreció muchísimo, la inflación como consecuencia de eso subió y el Banco de México tuvo que elevar las tasas de interés muy rápidamente y esto generó una oportunidad de inversión que nos llevó a comprar muchos bonos a principios de 2017. Nos gusta mucho la duración de México, y creemos que el efecto inflacionario en la economía mexicana como consecuencia de Trump es pasajero y creemos que la inflación se va a reducir en un 3% o 4%, lo que va hacer que los bonos tengan un muy buen recorrido.

Otro país que nos gusta es Argentina, es una de nuestras principales posiciones desde hace unos años cuando se produjo el cambio de Gobierno, que transformó bastante la política económica del anterior Gobierno. Sigue siendo un país que nos parece atractivo, políticamente tiene estabilidad y los activos en Argentina todavía están baratos.

¿Qué combinación manejáis en vuestras carteras en cuanto a deuda pública y bonos corporativos?

Tenemos varias carteras, en la que ofrecemos fundamentalmente tres estrategias a nuestros inversores: una estrategia de deuda emergente local, una estrategia de deuda emergente en moneda dura y una combinación de ambas. En nuestra estrategia en deuda local tenemos básicamente deuda gubernamental y lo que denominamos ‘quasi-sovereign’, que son bonos de compañías estatales. El 96% está en bonos públicos y el resto en empresas del sector público. En nuestra estrategia de bonos en mercados emergentes moneda dura sí invertimos en bonos corporativos de empresas que emiten deuda en dólar o euros y la que es una combinación de ambas también tenemos activos tanto de deuda privada como pública.

La exposición que tenéis a divisas locales, ¿qué tipo de riesgos genera? ¿Desagrada esto a los inversores?

El producto de deuda emergente en moneda local tiene una particularidad que es el riesgo de moneda y esto significa que tiene mayor volatilidad que el fondo en divisas duras, en promedio el primero tiene una volatilidad media anualizada del 12% y el otro de entre el 8% y el 9%. Eso puede ser un atractivo o puede generar que el inversor no invierta en este tipo de fondos, en función de su visión sobre el futuro que tengan las divisas emergentes frente al dólar y el euro. Hoy nuestra visión es que las divisas emergentes se aprecien y por eso les sugerimos a nuestros inversores que inviertan en moneda local.

La rentabilidad en el año es del 12,5%, pero en los tres últimos años ha tenido rentabilidades negativas, ¿a qué se debe esto?

Precisamente se debe a la volatilidad que han tenido las divisas emergentes en el período 2013-2015. En este período las monedas emergentes se depreciaron respecto al dólar como consecuencia de varios factores. En el 2013, la Reserva Federal de Estados Unidos anunció que iba progresivamente a dejar de comprar bonos americanos y eso sorprendió al mercado lo que hizo que subieran las tasas de interés en Estados Unidos y una subida del dólar respecto a las divisas emergentes.

En 2014, el precio del petróleo se desplomó desde algo más de 100 dólares el barril hasta los 30 dólares a principios de 2016 y esto hizo que las divisas locales también cayesen. Muchos de los países que son parte de nuestro universo son productores de petróleo y en general de materias primas, por lo que sufrieron en sus cuentas externas y sus monedas se ajustaron a la baja. Desde entonces, las tasas de interés en Estados Unidos se han estabilizado, el precio de las materias primas también y las monedas emergentes han tenido mejores resultados y como consecuencia de esto también nuestros fondos.

¿Cuáles son las perspectivas que tenéis en Standish para vuestros fondos de renta fija emergente de cara al próximo trimestre y el próximo año?

Somos muy optimistas respecto a la rentabilidad de nuestro fondo de cara a los próximos 12 meses. Sobre todo, porque los factores externos lucen muchos más constructivos que en los últimos años. Los factores que influyen de una manera más importante en nuestros fondos son las tasas globales en Estados Unidos y en Europa, la dirección del dólar y el precio de las materias primas.

Cree que con la política monetaria seguida por el BCE, ¿se puede hablar de una burbuja de la deuda pública europea?

Sí, hay opiniones encontradas al respecto. Mi opinión personal es que no es una burbuja y la opinión de Standish es que no es una burbuja. Quizá las valoraciones están un poco caras como consecuencia del bajo nivel de inflación como consecuencia de factores globales como la globalización o las tendencias demográficas, que son factores estructurales que meten presión a la baja a la inflación. Con tasas tan bajas de la inflación, los bancos centrales tienen que hacer política monetaria expansiva y esto genera que el precio de los bonos se eleve.