Esta semana todos pendientes del dato de desempleo del mes de marzo que parece quedará en el 3,8%...

Un buen dato que se mantiene estable. El desempleo no aumenta con lo que no nos enfrentaremos a una crisis. El 3,8%, que es menos del 4% que hubo durante el último trimestre de 2018, es una buena cifra y una buena estimación.

Pendientes de cómo reaccionarán esta semana los mercados después de que la semana pasada cerrar con tono mixto viendo cómo reaccionaba el mercado de bonos después de la inversión en la curva de tipos en lso rendimientos de bonos a 3 meses y 10 años. ¿Esto cómo puede afectar a la economía?

Esto es una desaceleración. No se puede hablar de recesión porque la economía sigue marchando, hay desaceleración en el mercado, hay temores en la inversión esperando ver qué pasa con China. No creo que haya recesión este año, quizás se podría pensar en esta situación para el próximo año pero dependerá de cómo se manejen los resultados económicos este año. Si se maneja una economía favorable, no se vislumbra una recesión pero si hay una ralentización de la economía debido a las conversaciones con China y sobre todo porque se trata de que la economía de EEUU crezca sin tener a China como competidor. Estados Unidos no permitirá que China gane la carrera y sea la potencia económica que no quiere Estados unidos que sea.

Precisamente de esto quería hablar. El acuerdo podría llegar en junio, ¿cómo está la situación en estos momentos?

Las conversaciones son favorables. Primero porque EEUU está logrando que invierta más en las compras hacia China. Ahí existe un déficit general. El déficit de las exportaciones va a más de 34.400 millones de dólares pero sólo con China, va más allá de los 7.000 millones de dólares en importaciones. La balanza comercial con China no está a la par. EEUU importó más de 41.000 millones de dólares frente a lo exportador. Aunque en los últimos meses han bajado las compras que EEUU está realizando con China, no se equipara. Y eso es lo que se  tiene que frenar. Hacer crecer el PIB para que haya una igualdad o se asemeje la balanza comercial. Eso es lo que se está buscando.

Y cuanto antes se llegue a un acuerdo será mejor. Hay una cifra que marca que, el coste para los estadounidenses de estas negociaciones, son 1.400 millones de dólares al mes.

Esta cifra es alarmante. Este déficit que va más allá de los 34.000 millones de dólares está conllevando a un problema económico que la economía estadounidense está reflejando y que va a más allá de todas las previsiones. Se ha dejado que China avance, que empiece a crecer de una forma superior a la que se puede contener, y esto es peligroso para Estados Unidos porque la industria manufacturera se ha visto reducida, no hay profesionales que se puedan dedicar a la industria porque al empresario no le es beneficioso y este es un problema que se  tiene que frenar para poder levantar a la economía de EEUU. Se tiene que crear un incentivo para que la manufactura de EEUU comience a crecer, el PIB crezca y, por ende, la economía mantenga un ritmo de crecimiento como el que tenía años atrás. Se está tratando de que haya más compras hacia Estados unidos que las que hace la propia economía estadounidense hacia otros países, principalmente China.

Hay otras economías que se están viendo beneficiadas, como México

Efectivamente. México ahora es el socio estratégico de EEUU, las importaciones que ha tenido en el último período EEUU con México han crecido en más de un 10%, esto supone más de 150.000 millones de dólares en compras a finales de 2018.  México en este momento es el principal proveedor de EEUU, sobre todo en alimentos. En la parte de textil, .os países centroamericanos como Perú, están avanzando mucho en sus exportaciones. Esto ha hecho que China piense cómo dirigir las conversaciones con EEUU para llegar al mejor acuerdo posible y que ellos no se vean perjudicados. Los compradores de EEUU tienen que pensar qué les conviene más: si un producto venido de China les costará un arancel del 25%, lo que hará que el consumo baje y eso es lo que no se busca.  La alternativa es buscar dónde existen los acuerdos comerciales de libre comercio que no afecten a los ingresos de EEUU. Estos países emergentes están reactivando su economía, esto es beneficioso y quizás a eso apunta la nueva directiva de EEUU.

La semana pasada se conoció el PIB del cuarto trimestre de 2018 que creció un 2,2%, por debajo de las previsiones del mercado. ¿Qué supone esto?

Se esperaba un crecimiento alrededor del 2,6% y este crecimiento es incluso mucho menor que lo que sucedió en el primer trimestre de 2018, que llegó a casi un 4%. Todas las previsiones que se estiman no tienen sustento. Algunos inversores están preocupados porque lo que el gobierno dice es diferente a la realidad.

Si hablamos de dos compañías que fueron protagonistas la semana pasada, Lift salió a bolsa valorada en 24.300 millones de dólares y Apple, que presentó una tarjeta de crédito en una alianza con Goldman Sachs.

 

Para Goldman Sachs es la primera vez que interviene en este tipo de operaciones que beneficiará a la banca de consumo. Se espera que tenga buenos resultados porque la estrategia de Apple es ingresar en el mercado con unos intereses por debajo de los de la industria, que está entre un 13,24-23%, muy por debajo de lo cualquier tarjeta de crédito está ofreciendo. Y por otro lado, no cobrarán gastos anuales.