¿Serán capaces de los Bancos Centrales de controlar la inflación?

Los Bancos Centrales están ante un reto importante porque tienen que tienen que intentar casar todo lo que son las condiciones de liquidez en los mercados financieros, además de manejar estados que están aplicando políticas fiscales expansivas las cuales suponen más endeudamiento, pero la disciplina de mercado exige tipos de interés más altos, y todo ellos con una realidad económica, que en el caso europeo es de deterioro económico muy significativo y en el caso de EEUU no ha llegado de momento a tal. La fuente de inflación que se está dando a uno y otro lado del Atlántico no es la misma, en el caso de EEUU es una inflación de demanda, hoy por hoy el mercado inmobiliario está muy potente, y el mercado laboral también lo esta. La Reserva Federal probablemente sí consiga controlar antes la inflación enfriando su propia economía y eso lleve a un cierto descanso en las subidas y sea un "wait and see" (esperar y ver) como va la inflación. Lo que sí que está muy claro es que cada vez nos alejamos más de los períodos de entornos moderados, de crecimiento e inflación moderada, y vamos a más a la estanflación o incluso recesión en Europa e inflación alta, no tan alta como la que hemos registrado ahora pero si una inflación muy distinta a la de otros ejercicios. Probablemente la Fed sea capaz de controlar mejor la inflación que el BCE, porque en el caso de Europa no es un problema de demanda sino de oferta, y además, hoy por hoy, hay tres impactos muy importantes: la guerra de Ucrania, la política de Covid 0 en China que tensiona las cadenas de suministros y la fortaleza del dólar frente al euro; nosotros compramos muchas materias primas en dólares y evidentemente eso mete mucha presión al BCE, lo que denota lo importante que es el problema de la inflación en Europa, y la difícil solución que tienen que encontrar los bancos centrales. En la parte norteamericana, con la fortaleza de su propia demanda interna, si es capaz de enfriarla, eso sería un balón de oxígeno para la economía real y también para la economía financiera, habría muchas oportunidades de inversión. En el caso de Europa habrá que estar atentos a las tres variables comentadas, sobre todo al conflicto bélico. No es un camino sencillo, y más cuando en Europa hay países, como Reino Unido, que de repente dice que va a aplicar políticas fiscales expansivas, algo que entra en contraposición con la realidad y con la disciplina de mercado. Lo que sí es cierto, en mi opinión, es que cada vez estamos más cerca de que los bancos centrales empiecen a dejar de aplicar políticas monetarias tan expansivas, sobre todo en intensidad de cuantía, y sean cada vez algo más moderadas, porque las lecturas no van a ser tan elevadas, pero creo que vamos a tener que esperar a 2023 en ese sentido. Respecto al balance de los bancos centrales, vemos que en cuanto se menciona la palabra reducción el mercado en cuanto a liquidez se resiente y eso a nivel financiero es muy importante, porque puede ser un detonante de caídas aún más importantes que las que hemos visto tanto en bolsa como en mercado de deuda.

¿Cree que, con los recientes rebotes que hemos visto en el mercado de renta variable, ¿es buen momento para comprar con horizonte largo plazo?

Sí, pero creo que ahora misma los tres pilares fundamentales deben ser la prudencia, la paciencia y la flexibilidad. Hay que ser pacientes en el sentido de que es verdad que empiezan a surgir oportunidades pero no gangas, por lo menos no en la parte variable, aunque sí quizás en la parte de deuda corporativa. Y esto es, primero, porque aún no hemos encontrado el techo de los tipos de interés y esos costes tan importantes hay que tenerlos muy presentes cuando se hace el modelo de valoración de las propias compañías, y segundo porque todavía en las cuentas de resultados de las empresas no se refleja el incremento de costes como probablemente se refleje en los resultados del 4T. Además, está también el propio deterioro del crecimiento económico, no es lo mismo una situación de recesión económica que una de depresión, no es lo mismo que sea una recesión de corta intensidad a que sea mucho más duradera. Con lo cual, de momento, hasta que no se estabilice la inflación subyacente no se estabilizarán los mercados de deuda y luego lo harán los mercados de bolsa; cuando eso pase las oportunidades serán históricas. Es verdad que hay oportunidades para aquellos que vayan a muy largo plazo, lo que ocurre es que el inversor final la inversión de muy largo plazo no lo traduce en una realidad; aquí la gestión de emociones es fundamental, los largos plazos se convierten en cortos cuando lo que creíamos que habíamos comprado barato unas semanas después está aun más barato. Hay que ser pacientes porque probablemente este rally que estamos viendo en los mercados de bolsa si se constata que los tipos se siguen tensionando, y más si hay tensiones en los mercados por ausencia de liquidez, podríamos volver a vivir en noviembre y diciembre correcciones importantes en la bolsa. Y ahí quizás es cuando ya habría oportunidades de inversión.

¿Qué estrategia debe primar en el momento actual? ¿En qué fondos ve mayores oportunidades?

Nuestra estrategia es clara: paciencia, prudencia y flexibilidad, y con esos 3 pilares ahora mismo lo que aconsejamos es dentro de la prudencia sobreponderar la liquidez porque va a haber un momento histórico para obtener muy buenas rentabilidades, pero no es todavía. A día de hoy, el inversor debe estar bien asesorado y localizar 4 ideas. En primer lugar, deuda pública tanto de corto como muy de largo plazo; en la parte de largo porque si se deteriora mucho la macro en la parte de EEUU puede ser muy interesante incluso con la divisa cubierta, y en el corto si los dos años norteamericanos se llega a un 5% está muy bien. En la parte de deuda corporativa europea estamos viendo bonos senior de muy buenas compañías incluso españolas (Telefonica, Iberdrola, banca...), que tienen rentabilidades a vencimientos 3-4 años que superan los 5-6%, y habría que ir muy atrás en el tiempo para encontrar una oportunidad igual para aquel que vaya más a largo plazo, ya sea inversión en directo o a través de fondos de inversión. En la parte de bolsa hay dos segmentos muy interesantes que son la tecnología y las empresas de pequeña y mediana capitalización, tanto europeas como norteamericanas, porque a poco que en los mercados se destensionen los tipos de interés el dinero donde fluye es precisamente ahí: empresas de tecnología que están a muy buen precio y con modelos de negocio rentable, o empresas de pequeña y mediana capitalización que están a niveles de valoración muy interesantes y son modelos de negocios que generan y van a generar valor. Ahora mismo con esa prudencia y flexibilidad, nosotros nos estamos apoyando en liquidez, fundamentalmente en monetario, algo de duda corporativa europea y luego en la parte de renta variable nos estamos apoyando en productos long-short y empresas con buena rentabilidad por dividendo.