La ampliación de capital, “siendo una buena operación a largo plazo según las agencias de calificación, porque no va a mermar los fundamentales de BBVA
y por la apuesta estratégica que supone ya que Turquía es el quinto país emergente más interesante con unas perspectivas de crecimiento importantes, no ha sido el mejor momento para realizarla en un contexto en el que la especulación se está cebando con la banca española por los problemas que hay con la deuda irlandesa porque esto está dando argumentos para abrir posiciones cortas”.

Si bien es cierto que “durante las sesiones del viernes y del lunes BBVA inició un rebote rompiendo la directriz bajista que trazábamos desde finales de octubre pero, a lo mejor, es pronto para pensar que lo peor ya ha pasado puesto que no se ha aprobado ningún plan de rescate a Irlanda y será cuando se apruebe éste cuando veremos el suelo de BBVA”.