Por tanto, lo que esperamos es que, una vez que los datos económicos empiecen a mejorar, lo cual está ligado a una normalización en los tipos de interés y no ocurrirá hasta finales de este año o a principios del siguiente, empezarán a hablar del final del quantitative easing y una posible subida de los tipos de interés, lo que permitirá a los tipos de interés a largo plazo no tener sobresaltos y tener una curva de rendimiento más plana.

Para resumir, básicamente nada cambiará, sin embargo, sí se darán cambios en la estrategia de comunicación donde veremos algunas diferencias para controlar los tipos de interés.

2. ¿Espera otra ‘guerra de divisas’ para este año?
Es posible. Es cierto que la mayoría de los movimientos de las divisas durante los últimos años han estado ligados a los balances de los bancos centrales. Básicamente, cuantas más políticas de flexibilización monetaria introduzcas, más se debilita tu divisa. Y la próxima podría ser la libra esterlina porque, como sabrás, este verano ha sido nombrado un nuevo presidente en el banco de Inglaterra, su nombre es Mark Carney, viene de Canadá, y ya ha declarado que su objetivo será el crecimiento nominal del PIB y probablemente introduzca más políticas de inyección de liquidez.

Nosotros esperamos que en los próximos meses tengamos una libra más débil contra el euro. Pienso que es una forma de salir del problema de la deuda y temo que el BCE no está haciendo lo suficiente porque, de nuevo, no es sólo hacerlo sino también saber comunicarlo. Si tomas como ejemplo el Banco de Japón, hizo un movimiento muy inteligente, ya que lo que dijeron lo cumplieron: “dentro de un año vamos a hacer una inyección de liquidez de 145.000 millones de dólares por mes”. Por tanto, básicamente para los mercados el inversor tiene dos opciones: la primera es apostar en contra del Banco de Japón, lo que supone un juego peligroso porque si apuestas por un yen más fuerte, dentro de un año puedes estar delante del Banco de Japón con mucha liquidez y aunque el yen se está debilitando, no hacen nada, ellos solo tienen un compromiso y piensan que los bancos centrales europeos van a dar un paso atrás, y bajar de nuevo los tipos de interés, continuar con la LTRO, y ayudar todavía a Italia o volver a inyectar liquidez etc. Si ellos no hacen esto, el riesgo volverá y el euro se volverá a fortalecer por defecto, porque tiene buenos fundamentales pero todas las divisas se están debilitando, ya que nos encontramos todavía en esta especie de “empeoramiento” de las divisas, un efecto indirecto de estas políticas monetarias de reacomodación.

3. ¿Cuáles son sus expectativas de crecimiento para la Eurozona y las incertidumbres que amenazan a la región este año?
Pienso que el contexto económico en la Eurozona será todavía complicado. Estaremos todavía inmersos en una recesión este año, probablemente veremos algo de estabilización en Italia; el año pasado el PIB de Italia cayo un -2,5%, y este año se situará en un
-1,5% o un -2%, lo que todavía supone seguir en situación de recesión. Pienso que será aún más difícil para España, cuyo PIB cayó un -1,5% el año pasado, pero este año disminuirá en torno a un -2,5% o un -3%. En Francia estará a 0, en Alemania será vagamente positivo pero, en general, de media no encontraremos mucha mejora este año en términos de crecimiento económico.

El punto positivo para la Eurozona podrían ser las exportaciones, porque la economía estadounidense se está recuperando al igual que los mercados emergentes. Ésta es también una de las razones por las que la divisa europea no debería estar fuerte, lo que ayudaría a las exportaciones que son la única manera de recuperar algo de crecimiento a corto plazo.

Respecto al mercado nacional, debido a la falta de demanda doméstica, no veremos ninguna mejora en el retail en 2014 ó en 2015. La tasa de desempleo es bastante alta, y otra cosa que tenemos que tener en cuenta en la Eurozona es el entorno político. Tenemos ahora elecciones en Italia, a finales de septiembre habrá elecciones en Alemania, también tenéis algunos problemas políticos en España, y esto repercute en la economía y los mercados financieros, es parte de la ecuación de los mercados financieros, y es muy complicado para la Eurozona. Pero yo aseguro a los inversores que tenemos todavía muy buenos mercados de renta variable en Europa, incluso a pesar de la recesión. Éste fue el caso por ejemplo de 2003 y 2004. Pienso que los inversores globales están más centrados en EEUU y en los mercados emergentes, ya que actualmente la eurozona tiene algunos problemas económicos.

4. ¿Qué evolución espera para su fondo Oyster Absolute Return y para el retorno absoluto este año?
El fondo que co-gestiono es un fondo long-only. Básicamente se compone de cash, renta variable y bonos, y pienso que será más difícil este año que el pasado. El año pasado el fondo se vio beneficiado del rally de la renta fija y del crédito. Teníamos algunas apuestas en Italia y España y la renta variable fue también un contribuidor.

Este año será más difícil para nuestro fondo porque la renta fija tendrá mayor volatilidad en los próximos meses. Creo que todavía podemos conseguir un retorno considerable de 4-5%, pero con la renta variable como principal contribuidor durante este año. Para la estrategia general, y de este fondo en particular, creo que el contexto está mejorando. El año pasado fue un año muy complicado porque hubo muchas elecciones políticas, intervenciones políticas en el mercado y, en general, mucho movimiento. También tendremos más adelante la intervención de los bancos centrales, pero ahora que las cosas se han estabilizado un poco, la renta variable a largo plazo y el crédito a corto plazo probablemente deberían comportarse mejor, al menos en los fondos plenamente de renta fija.

De nuevo, para resumir, pienso que hay retornos considerables pero de manera menos obvia que el año pasado, y probablemente los fondos y las estrategias no direccionales serán atractivos.

5. ¿Cuáles son los activos con mayor y menor peso actualmente en su cartera?
Creo que la asignación en renta fija está claramente infraponderada, especialmente el cash, ya que vivimos en un mundo de represión financiera, lo que significa que los retornos del cash están por debajo de la inflación, y tampoco está ofreciendo ninguna remuneración, y las decisiones de los bancos centrales de bajar los tipos a 0 están forzando a asumir cierto riesgo en la renta fija, o bien, a comprar crédito, comprando duraciones muy largas para conseguir algo de rendimiento, o comprando renta variable u otros activos, como materias primas y divisas.

Claramente apostaremos por una asignación infraponderada en cash y en renta fija y ligeramente sobreexpuestos en renta variable en los próximos meses. El resultado es que el retorno esperado de las acciones no es muy atractivo ni tampoco la volatilidad, así que como he dicho, la parte fácil es que hicimos todo el rally con la renta fija, así que ahora tenemos que aceptar cierta volatilidad para intentar batir el índice de referencia y traer de vuelta a casa retornos considerables.