MADRID, 02 DIC. (Bolsamania.com/BMS) .- “Una vez que este paso está dado (el permiso para que los bancos computen los activos fiscales diferidos como capital aunque Basilea III lo impide), el nuevo elemento clave para el sector será el tratamiento de la deuda pública en la revisión de la calidad de los activos (AQR por sus siglas en inglés) y los posteriores tests de estrés”, pruebas ambas llevadas a cabo el año que viene por el Banco Central Europeo (BCE). Así se han pronunciado esta mañana los expertos de Renta 4, que han analizado el saldo neto de activos fiscales diferidos para las entidades del Ibex 35 y Bankia a junio de 2013, asumiendo que el impacto del Real Decreto Ley sobre los DTAs permite reducir en un 50% su importe a deducir de los recursos propios y aplicándolo sobre los recursos computables los nueve primeros meses del año. Concluyen que “vemos que los ratios de capital de todas las entidades, a excepción de Bankia, se mantienen por encima del 8% regulatorio”.
El tratamiento de la deuda pública en el AQR podría ser nulo, es decir, la exposición a bonos soberanos podría quedar fuera de esta primera fase de las pruebas de resistencia que va a desarrollar el BCE antes de convertirse en el supervisor bancario único de Europa. Aún no se sabe, no obstante, cómo se tratará en las posteriores pruebas de resistencia, pero seguro que se analizará, tal y como declaraba el pasado 18 de noviembre Yves Mersch, miembro del consejo del BCE: “Todavía no hay decisión sobre el tratamiento que recibirá la deuda pública en las pruebas de resistencia (…) Lo que es seguro es que la deuda soberana será sometida a presión en las pruebas de estrés”.
Según datos de Citigroup ofrecidos la semana pasada por Financial Times, la exposición de las principales entidades europeas a la deuda soberana sigue subiendo: “Ahora supone el 9% de sus activos, frente al 6% de septiembre de 2009”. La exposición de los bancos europeos (en porcentaje dentro de sus balances) a la deuda soberana de sus países de origen está por debajo de sus niveles máximos, pero aún sigue muy por encima de la media histórica para la mayoría de las entidades de la periferia, esto es, de España, Italia, Portugal e Irlanda, indica el bróker estadounidense.
Este incremento de las exposiciones se explica “claramente” por la “represión financiera” y el “carry trade”, apunta Citi. No es ninguna novedad que los bancos han empleado gran parte de la liquidez de las LTROs del BCE para comprar la rentable deuda soberana de sus países. De hecho, el propio banco central se estaría planteando, en su próxima LTRO, de haberla, que esté condicionada a que las entidades destinen los fondos a dar préstamos, en lugar de a invertir en bonos soberanos con altas rentabilidades.
En octubre, Nomura ya advertía que el mayor riesgo a la hora de evaluar la exposición de los bancos a la deuda soberana es cómo la traten supervisores y reguladores. Si embargo, el bróker japonés hacía la lectura desde la otra perspectiva, desde la necesidad de las economías de que sus bancos acudan a las subastas de deuda: “Cualquier señal de que los reguladores están a favor de volverse más precavidos sobre el riesgo de la deuda debilitará de forma dramática el poder comprador de los bancos”.
LO QUE SE SABE HASTA AHORA DE LOS TESTS DE ESTRÉS
Hasta 16 entidades españolas se someterán durante los próximos 12 meses a los tests de estrés que ha diseñado el BCE y cuya metodología a grandes rasgos publicaba el pasado 23 de octubre la entidad central. La evaluación se desarrollará en tres fases :
1) Una revisión cualitativa y cuantitativa de los riesgos, incluyendo liquidez, endeudamiento y financiación.
2) La revisión de la calidad de los activos (AQR por sus siglas en inlgés) para asegurar la transparencia de la exposición de los bancos a la calidad de sus activos, lo que incluirá la valoración adecuada no solo del activo en sí, sino del colateral y las provisiones relativas (aquí se incluyen los préstamos morosos, los refinanciados y la exposición a la deuda soberana).
3) Tests de estrés para examinar la resistencia de los balances bancarios a unos escenarios de estrés. Esos escenarios se comunicarán más adelante porque deben pactarse con la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inlgés).
El BCE exigirá a los bancos que, en todos los casos, su core capital mínimo sea del 8%. El ratio de capital Basilea III (fully loaded) que se exige a la banca española es del 9%, y muchas entidades ya han llevado a cabo ampliaciones de capital y ventas de activos para cumplir con esta obligación.
Estas son las entidades españolas que serán examinadas: BBVA, Banco de Sabadell, BFA, BMN, Banco Popular, Banco Santander, Bankinter, Ibercaja, La Caixa, Caja España-Duero, Cajamar, Catalunya Banc, Kutxabank, Liberbank, Unicaja y NCG Banco.
María Gómez