La industria campeona del reciclaje

El esfuerzo exportador del sector permitió que la industria siderúrgica española haya reciclado 10,6 millones de toneladas de chatarra en el pasado año 2014, participando en un ciclo que la convierte en uno de los grandes líderes del reciclaje de acero en Europa –junto con Italia y Alemania-, y en el campeón indiscutible en España por volumen sobre todos los demás materiales que se reciclan.

En España, se recicla más acero que la suma del resto de materiales juntos. Es un mercado con unos innegables beneficios ambientales y económicos, en un ciclo respetuoso con el medioambiente y comprometido con la seguridad, que resulta posible gracias a la concienciación de todos los operadores de la cadena.

La industria siderúrgica española tiene capacidad suficiente para reciclar toda la chatarra de acero que se genera en el país y, además, añade valor con total garantía medioambiental a los 5 millones de toneladas de chatarra que se importan del exterior.

El acero es un material con rendimientos de reciclaje prácticamente del 100%, su rendimiento en el proceso de reciclaje es comparable al de los metales nobles y sus propiedades magnéticas facilitan su recuperación de forma muy fácil, independientemente de que haya sido recogido conjunta o separadamente, consiguiendo así que se recicle la práctica totalidad del acero disponible.

Una industria de la economía circular

El acero es un material de origen natural; el 8% de la corteza terrestre es oxido de hierro y el 5% es hierro.

El reciclado de acero conlleva ahorros de hasta el 80% de energía, 85% de agua y 95% de carbón, lo que permite reducciones de emisiones del 80%. Gracias esta optimización, en los últimos veinte años y aumentando la producción el 50%, la siderurgia española ha minorado sus emisiones globales de gases de efecto invernadero en un 50%.

El sector del acero es un claro ejemplo de economía circular, responde al modelo y aplica sus principios de convertir los residuos en recursos; recicla sus productos, interactúa con otros sectores para aprovechar al máximo todos los subproductos, como la  escoria siderúrgica (árido, componente del cemento, adición del hormigón, etc.), obtiene materias primas como el cinc, de sus propias captaciones de polvo, que además ayudan a mantener limpia la atmosfera, y mejora continuamente la ya aludida interacción con otros sectores a través de innovación y a la búsqueda de sinergias.

Las infinitas vidas del acero permiten su continuo reciclaje sin perder ni un ápice de su calidad, ajustando sus propiedades a las necesidades de la sociedad con cada nuevo acero de cada nuevo ciclo.

El acero se puede reciclar una y otra vez, indefinidamente, hasta tal punto que hoy se sigue reciclando acero fabricado hace más de 150 años. La industria siderúrgica culmina el ciclo, reciclando la chatarra recolectada y fabricando con ella acero, que se utilizará en nuevos productos que contribuirán a nuestra calidad de vida.

La producción de acero en España en el pasado año 2014 fue de 14,2 millones de toneladas, con un consumo nacional de 10,5 millones de toneladas y una exportación neta que implica un importante beneficio a la balanza comercial española de 1.670 millones de euros. Esto es así incluso a pesar de las agresivas importaciones procedentes de terceros países, fundamentalmente de China, donde se produce en condiciones industriales que nada tienen que ver con nuestros estrictos controles medioambientales y con un considerable mayor consumo de recursos.


La industria siderúrgica española es la base de la cadena de valor metal-mecánica: los automóviles, todo tipo de maquinaria, las infraestructuras… tienen en el acero un componente fundamental. En 2014, la industria española del acero produjo 14,2 millones de toneladas de acero bruto. El consumo aparente de productos siderúrgicos fue en el pasado año de 10,5 millones de toneladas.

El sector es netamente exportador –las exportaciones suponen el 69% de las entregas-, alcanzando el 3,1% de las exportaciones españolas de bienes. El superávit comercial del sector supone el 12,3% del superávit no energético nacional. Innovación, eficiencia, sostenibilidad y seguridad laboral son principios que rigen la estrategia del sector, que se reconoce como un factor fundamental de la nueva economía verde. Cada tonelada producida conlleva 7 euros en inversiones medioambientales. La industria siderúrgica española es la campeona del reciclaje, con 10,6 millones de toneladas recicladas en 2014.

La industria siderúrgica realiza un uso eficiente de los recursos hasta aprovechar casi el 80% de los residuos y subproductos que genera en el proceso. UNESID es la asociación empresarial de la siderurgia española, que aglutina 46 empresas, que emplean a unas 60.000 personas –además de las 20.000 que intervienen en la recolección de chatarra-. El sector factura en su conjunto más de 14.000 millones de euros.

www.unesid.org