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Telefonica avanza en su proceso de trasformación de la red, que implica el apagado de una central de cobre al día hasta 2020 lo que supone cubrir los hitos fijados de cierre de 653 centrales de cobre apagadas en 2020, de las cuales, 253 serán en este año, 200 en 2019 y 200 más en 2020.

Tal y como ha destacado Pablo Ledesma, director de Operaciones de Telefónica España, ”la fibra es la tecnología de acceso que soportará el desarrollo de los servicios y de los clientes de los próximos 100 años y Telefónica está trabajando en la evolución del cobre a la fibra y habilitando el proceso de simplificación y trasformación de la red. De hecho, España está a la vanguardia de Europa en despliegue de banda ancha ultrarrápida y digitalización gracias al impulso que Telefónica ha dado al despliegue de fibra y a la migración de sus clientes particulares y de empresa a esta nueva tecnología”.

El objetivo de este plan de trasformación es completar la cobertura de fibra con una red totalmente digital e impulsar que todos los clientes pasen a fibra para así mejorar su experiencia con los servicios y colocarlos en la mejor posición ante el futuro digital. Derivadas de este objetivo, surgen numerosas oportunidades relacionadas con la reducción de espacio así como con la eficiencia medioambiental (ahorro energético y reciclaje de componentes).

Para gestionar este proceso, Telefónica, referente europeo en accesos de Fibra, ha desarrollado el proyecto FARO que impulsa el paso de clientes a la fibra e industrializa el cierre del cobre en centrales completas.

En el marco del proyecto FARO cabe destacar la optimización de la infraestructura y el espacio al cambiar el cobre por la fibra que implica menos sección pero más capacidad. Así un mazo de cobre de 2.400 pares da servicio a 2.400 clientes frente a un cable de fibra de 256 fibras que da servicio a 16.384 clientes. Además, una central de fibra da servicio al mismo número de accesos que se atiende desde cuatro centrales de cobre y la tecnología de acceso fibra ocupa solo el 15% del espacio que ocupa el acceso de cobre.

A ello hay que sumar el ahorro energético que implica el cierre del cobre, que puede ascender al 60%, y la adecuada gestión de los residuos y materiales desmantelados con la recuperación de algunos para utilizarlos como repuestos o el reciclaje de otros a través de empresas autorizadas con la sostenibilidad que todo ello implica.

En paralelo al desarrollo del programa FARO, Telefónica está ejecutando el proyecto de simplificación por planos de red que busca la optimización y compactación de los elementos legacy (heredados) del cobre. Esto permite poner en marcha un modelo de eficiencia energética y de espacio y de economía circular con la reutilización y reciclaje.