MADRID, 01 MAY. (Bolsamania.com/BMS) .- Los expertos de Barclays consideran “realistas” las previsiones del Gobierno de España anunciadas ayer que implican un PIB para este año y el que viene del 1,2% y el 1,8%, respectivamente, pero advierten desde la firma británica que esperar un crecimiento de más del 2% en 2016-2017 no lo es. De hecho, en Barclays ven el PIB de España en esos dos ejercicios más por debajo del 2% que por encima por varios motivos: el persistente elevado desempleo, las desfavorables dinámicas demográficas y el elevado nivel de deuda pública y privada. “A largo plazo hay incertidumbres considerables sobre el potencial de crecimiento de la economía española”, advierten.

También consideran demasiado optimista creer que la deuda va a comenzar a reducirse a partir de 2016 y que el déficit en ese ejercicio se recortará por debajo del 3%. Indican, no obstante, que una forma útil de lograr esos difíciles objetivos sería aplicar las recomendaciones fiscales que presentó el comité de expertos hace unas semanas. Recuerda el bróker británico que el Gobierno pretende presentar en junio su reforma fiscal, pero aún no ha indicado si seguirá las propuestas presentadas por los expertos nombrados por el propio Ejecutivo.

Las propuestas apuntaban a ampliar la base imponible del IVA, elevar los impuestos indirectos, reducir las “generosas”, dice Barclays, deducciones e incentivos fiscales en el IRPF y una bajada del Impuesto de Sociedades, aunque también una reducción para compensar de las contribuciones a la Seguridad Social con el fin de incentivar la contratación.

“Pensamos que las medidas de apoyo al mercado laboral deberían ser bienvenidas. El desempleo probablemente se mantendrá por encima del 20% en los próximos cuatro años, y un 50% del paro es de larga duración, un impedimento para el crecimiento a largo plazo”. Barclays considera que una nueva ronda de reformas en el plano laboral para combatir la dualidad ya se han demorado bastante y no llegarán lo suficientemente lejos. Y aviso: “Con la mejora de la actividad económica, la relajación de los costes de financiación y la idea de que el Banco Central Europeo (BCE) actuará, pensamos que se genera un elevado riesgo de que el Gobierno caiga en la complacencia y, además, la implementación de más reformas se hace más difícil ante las elecciones generales previstas para finales de 2015”.

M.G.