Galicia se posiciona como zona idónea en España para desarrollar la industria del GNL marítimo. Así se ha puesto de manifiesto hoy en la Jornada, “GNL, el futuro del transporte marítimo”, donde los sectores gasista y naval español se han reunido para estudiar la implantación del gas natural licuado como combustible para buques, uno de los grandes retos de la navegación a nivel mundial.
La Jornada ha sido promovida por la Asociación Española del Gas (Sedigas) y la Asociación Española de Gas Natural para la Movilidad (Gasnam), con el apoyo de la Xunta de Galicia, Gas Natural Fenosa y Reganosa. Alrededor de 180 especialistas procedentes de diversas partes de España han asistido al evento, que ha sido clausurado por el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde.
En su intervención de apertura, el presidente de Sedigas, Antoni Peris, ha subrayado la contribución del gas natural a la disminución del coste energético, motivo por el que la Agencia Internacional de la Energía prevé “un crecimiento mayor del gas natural que otros de sus competidores”.
Peris ha añadido que “en Europa, el crecimiento del sector gasista encuentra en el ámbito de la movilidad su mejor aliado. Tanto en el transporte terrestre como en el marítimo, el gas en formato comprimido o licuado es una alternativa tecnológica real a otros combustibles”.
Por su parte, el director xeral de Enerxía e Industria de Galicia, Ángel Bernardo Tahoces, ha destacado que “el precio de los carburantes, la presión regulatoria europea en medio ambiente y la localización de Galicia hacen de nosotros el sitio idóneo para desarrollar este nuevo combustible”. En esta línea, el presidente de Reganosa, José María Paz, ha anunciado que, “dado que nuestra empresa es transportista TSO (gestor de la red de transporte de gas), tenemos la obligación de promover infraestructuras, y lo haremos decididamente”.
La irrupción del gas natural licuado como combustible marino es fruto de recientes directivas europeas que impulsan combustibles alternativos, más competitivos, eficientes y sostenibles, junto con la limitación de emisiones de gases contaminantes en diversas zonas marítimas. Según el estudio “Shipping 2020”, realizado por DNV, en seis años las distintas flotas marinas consumirán en el mundo 7 millones de toneladas de GNL, de las que 2,2 millones corresponderán a Europa. La localización de Galicia en el corredor de Finisterre y la disponibilidad de una planta de regasificación en Mugardos-Ferrol son estratégicas para satisfacer esta demanda.
GNL para el Transporte marítimo en España
España dispone de potentes infraestructuras para la explotación del gas natural licuado (GNL), a la vez que su posición geoestratégica para la navegación marítima es privilegiada —Gibraltar y Algeciras se alzan entre los puertos con más tráfico a nivel mundial—, recibiendo gas de 11 mercados distintos. Ambos elementos, posicionan a nuestro país como zona idónea para el desarrollo de la industria del GNL como propulsora de grandes buques y servicios relacionados con los puertos españoles.
El desarrollo del GNL Marítimo, viene favorecido por la existencia de 7 regasificadoras —6 en operación—, ubicadas en los principales puertos de España, donde el año pasado descargaron 228 buques metaneros. Actualmente, nuestro país ostenta el primer puesto en número de terminales de descarga y regasificación a nivel europeo —7 terminales de las 23 existentes en Europa—, siendo el destino del 36,5% del GNL que se descargó el año pasado en la Unión Europea.
En cuanto a flota de cisternas, España dispone de la más grande de Europa, con unos 300 camiones cisterna que transportan GNL por todo el territorio y tiene cerca del 90% de la capacidad europea.
El GNL Marítimo se presenta como una oportunidad de desarrollo económico en la zona de puertos y áreas metropolitanas cercanas. En este sentido, además de ser utilizado para la propulsión de grandes buques, su aplicación también es posible en el sector pesquero, los remolcadores portuarios, así como los mismos servicios que ofrece el puerto; la gasificación de los puertos ofrece la oportunidad de mejorar la calidad ambiental y los servicios de los mismos. Otro ámbito relacionado sería el de los astilleros, que verían reanimada su actividad por la construcción y reparación de embarcaciones.
Adicionalmente, el GNL aporta ventajas medioambientales al mundo marítimo; supone la reducción drástica de emisiones de azufre, nitrógeno y partículas sólidas. Y contribuye a crear claras oportunidades de creación de empleo y riqueza para España.
El desarrollo del GNL como combustible para la propulsión de grandes buques viene favorecido por la legislación recogida en la “Convención Internacional de Prevención de la Contaminación de Barcos” (MARPOL), que limita las emisiones procedentes de barcos y designa áreas de especial protección del aire. Son las llamadas Áreas de Control de Emisiones (ECA).
Actualmente, entre las ECAs existentes se encuentran el Mar del Norte, el Mar Báltico, la costa Este y Oeste de Norte América, y el Mar Caribe, y se espera que el Mar Mediterráneo también lo sea en un futuro.
La implantación del GNL para el transporte marítimo también viene favorecida por la Directiva europea que impulsa el desarrollo de infraestructura para uso de combustibles alternativos en el transporte. Concretamente, designa una serie de puertos Españoles que deberán disponer de infraestructura de carga de GNL en 2020 —Algeciras, Barcelona, Bilbao, Cartagena, Gijón, A Coruña, Las Palmas, Palma de Mallorca, Sevilla, Tarragona y Valencia—.