MADRID, 15 NOV. (Bolsamania.com/BMS) .- La agencia de calificación Fitch considera que la recesión en España “parece haber quedado atrás”: “España salió de la recesión en la segunda mitad de este año, más pronto de lo previsto por nosotros en febrero. Esperamos que el comportamiento siga siendo débil (PIB del 0,5% en 2014). Todos los sectores de la economía están endeudados y el desempleo es excepcionalmente alto”. La agencia sentencia así, aunque reconoce que la política económica de España ha mejorado la situación entre 2012 y 2013, después de que las medidas de consolidación fiscal en este periodo hayan reducido el déficit sobre el PIB un 2,5%, “a pesar de los duros vientos en contra. Las autoridades han reformado de manera significativa el mercado laboral, el sistema de pensiones, el marco fiscal y el sector financiero. El ritmo de las reformas, no obstante, se ralentizará probablemente entre 2014 y 2015, ante la relajación de las presiones externas y por la cercanía de las elecciones de 2015”.

La agencia, sin embargo, reconoce que el rating de España es más bajo que el de otras economías avanzadas, porque aún refleja los grandes riesgos de solvencia a los que se enfrenta el país derivados del ajuste económico y fiscal dentro de la Zona Euro. Aún así, “sus fortalezas estructurales apoyan el rating 'BBB', lo que incluye una buena gobernanza y un alto valor añadido, así como una economía diversificada”.

Fitch espera que la deuda sobre el PIB toque un máximo por encima del 100% en 2015-2016, una proyección que incorpora una menor restricción fiscal y una recuperación económica débil. “Aunque estas previsiones son sensibles a shocks, nuestra nota 'BBB' aún incluye margen para modestas medidas fiscales”.

La agencia advierte que el camino de España hacia la sostenibilidad es aún largo: “Esperamos que el déficit general sea del 7% del PIB (incluyendo el apoyo al sector financiero del 0,3% de PIB), levemente por encima del objetivo pero en el camino de la reducción. La consolidación presupuestaria ha ganado tracción desde mediados de 2012, pero mientras las autoridades sigan comprometidas de forma fuerte con reducir el endeudamiento público, el déficit primario tardará años en eliminarse, un tiempo en el que España seguirá siendo sensible a los shocks económicos”.

Además, añade Fitch, la deuda soberana del país ha demostrado su resistencia durante la crisis: “El plazo medio de financiación de la deuda pública se ha reducido gradualmente, pero sigue siendo más amplio que el de países comparables; está levemente por encima de los seis años. La contracción en la rentabilidad refleja la mejora en la confianza de los inversores extranjeros”.

Sobre el sector bancario, Fitch considera que la reestructuración ha avanzado “bien” desde 2012, después de que el Estado haya inyectado un total equivalente al 6% del PIB en los bancos desde el inicio de la crisis. “El riesgo a medio plazo de que el sistema financiero necesite más ayudas del Estado en magnitudes similares es bajo”, concluye.

¿Cuáles son entonces los riesgos a corto plazo para España? Fitch responde: previsiones económicas más débiles; estrictas condiciones de financiación; deterioro de la cuenta corriente; e incertidumbre política. “Estos posibles catalizadores a futuro podría derivar en una acción negativa sobre su rating, porque podrían provocar una mayor actuación fiscal y la incapacidad de recortar la deuda sobre el PIB a medio plazo”.

En el caso de los catalizadores positivos, Fitch apunta a que, de tener efecto, será a largo plazo. Son los siguientes: “Una recuperación más robusta en la producción y en el mercado de trabajo podría impulsar la reducción del déficit, reducir los riesgos generales y liderar una acción positiva sobre el rating, porque podrían permitir mejorar la competitividad internacional y poner en marcha más reformas estructurales”.

María Gómez