MADRID, 11 OCT. (Bolsamania.com/BMS) .- El Ibex 35 cerraba la semana pasada con subidas del 2%, y en estas cinco sesiones se ha anotado otro 2,62%. El selectivo, que el lunes arrancará desde los 9.668 puntos, se mueve con optimismo en este octubre que tradicionalmente se conoce como el mes de los suelos. Sin embargo, el índice español sigue escalando posiciones este año, y lo hace de la mano de sus principales valores. “El clima general del mercado (con una disminución del riesgo percibido), las mejoras apreciadas sobre la economía española, el apoyo de todo lo relativo al comportamiento de la deuda, y las cuestiones microeconómicas particulares (con los cuatro mayores valores del selectivo en pleno rally), juegan a favor del índice español”, explica el estratega de IG Markets, Daniel Pingarrón.

Otra experta, Aleksandra Tomala, responsable de estrategia de MoraBanc, muestra su total optimismo hacia el Viejo Continente en general, que hoy acaba la semana con subidas acumuladas del 1% de media: “Hace un año y medio, los inversores despreciaban a Europa y ahora se apresuran a invertir”. Esta estratega explica que, al retomar el curso tras el verano, ha asistido a distintas conferencias industriales en las que la presencia de los inversores estadounidenses interesados en comprar renta variable europea ha sido la tónica general. “Llevamos un año diciendo que la renta variable está barata y parece que, por fin, han oído nuestro mensaje”, comenta en el editorial de la estrategia del banco para este mes de octubre. Ratifica su teoría con los datos de la encuesta de Merrill Lynch sobre exposición a Europa, que muestra que ésta prácticamente se ha duplicado el último mes, hasta llegar a un 36% de gestores sobreponderando el Viejo Continente.

¿Cómo puede ser que a las bolsas no les afecte el cierre del Gobierno de Estados Unidos o la posibilidad de que incluso entre en quiebra técnica, es decir, que no pueda pagar a sus acreedores por la falta de acuerdo político para elevar el techo de deuda? Pregunta más que legítima porque la protagonista es la principal economía del mundo y porque, por menos de esto, véase la quiebra de un país como Chipre, el pánico se ha llegado a desatar casi sin control en esta crisis. La respuesta, siempre con permiso de los movimientos especulativos de los inversores poderosos y de sus misteriosos intereses, es Bernanke. Contra todo pronóstico, el estímulo “infinito”, como lo define Aleksandra Tomala, no llegó a su fin en septiembre. “El movimiento de Bernanke me parece magistral: anunciar el tapering (retirada de estímulos) en mayo, dejar que los inversores se preparen mentalmente para su inevitable llegada y, después, desmentirlo (…) Cuatro meses después de que se anunciara 'el inicio del fin', las bolsas están cerca de máximos y su perspectiva no parece preocupar a nadie. No me sorprendería que cuando Bernanke se retire (enero de 2014) y escriba su autobiografía, leamos su versión sobre cómo engañó a los mercados en 2013”.

Esta “carambola” debe ser propia de banquero central. A Mario Draghi le bastaron unas 23 “palabras mágicas” el verano pasado, resumidas en el conocido como whatever it takes (“Within our mandate, the ECB is ready to do whatever it takes to preserve the euro. And believe me, it will be enough”) y que jamás se concretaron (las compras ilimitadas de deuda soberana -OMT- no han llegado a activarse) para evitar lo que parecía el fin del euro. Desde aquel 26 de julio de 2012, las bolsas son claramente alcistas, recordaba ayer el analista técnico de Bolsamanía, José María Rodríguez.

Pero cuidado, advierten algunas voces, como la de Jesús Sánchez-Quiñones, director general de Renta 4 Banco, “en estos momentos de euforia, al igual que en los momentos de caídas bruscas, conviene no dejarse llevar por el entorno cambiando de golpe la filosofía de inversión. Es difícil prever hasta dónde llegará la subida actual, pero es inevitable que en algún momento volvamos a padecer volatilidad y caídas pronunciadas. Sumarse al pánico comprador suele ser tan perjudicial como vender en momentos de pánico vendedor”.

De momento, la tranquilidad permite a la estratega de MoraBanc incluso bromear. “La guía de televisión es más fiable que la guía de la Reserva Federal (Fed)”, ironiza tras lamentar que mientras el tapering no ha llegado a su fin, sí lo ha hecho su serie favorita, la famosa ”Breaking Bad”. El pasado domingo se emitía el último capítulo de esta “droga” para los ”serial lovers” en la que Walter White, un profesor de química, es diagnosticado con un cáncer de pulmón inoperable. Para pagar su tratamiento y asegurar el futuro económico de su familia después de su fallecimiento, comienza a fabricar y vender metanfetamina. De ser una figura respetada en la sociedad, se convierte en un villano despreciado por todos.

Aleksandra Tomala extrapola la trama de “Echándose a perder”, la traducción más ajustada de “Breaking Bad”, a lo que pasa con los mercados europeos, que es justo lo contrario: “Hace un año y medio los inversores la despreciaban y ahora se apresuran a invertir”. Las bolsas del Viejo Continente serían, por tanto, las protagonistas de la versión “Breaking Good”.

María Gómez