MADRID, 09 OCT. (Bolsamania.com/BMS) .- El ya bautizado como “efecto Yellen” ha animado a los mercados, o al menos en esa dirección apuntan hoy las crónicas de bolsa de medios económicos de todo el mundo. Las plazas europeas ya sabían antes de abrir esta mañana que esta noche, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, nominará a la actual vicepresidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, como sucesora de Ben Bernanke. Hoy han estado subiendo durante toda la jornada -alcanzando ganancias de hasta un 0,5%- aunque se han desinflado en la recta final para terminar con ventas del 0,2% de media.

Destaca el analista técnico de Bolsamanía, José María Rodríguez, que mientras Wall Street cae un 5% desde sus máximos históricos, Europa arroja un saldo negativo mucho menor, de alrededor del 1,5%. Este experto reitera hoy que, dentro del Viejo Continente, el Ibex 35 es de los más fuertes. Hoy lo ha demostrado al marcar nuevos máximos de dos años. Ha cerrado en los 9.349,00 puntos, tras anotarse un 1,29%.

El optimismo campa a sus anchas cuando se habla de España, hasta el punto de que hoy nos hemos permitido el lujo de titular con un “Everybody loves Spain” al hablar del interés que ha despertado la emisión de un bono sindicado a 31 años, el vencimiento más largo emitido desde 2009. El Tesoro ha colocado 4.000 millones de euros de esta deuda con vencimiento en 2044 frente a los 2.000-3.000 millones previstos inicialmente, y tras recibir una demanda de 10.600 millones. Más de la mitad, además, ha llegado de inversores extranjeros.

Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha lanzado hoy desde su cumbre de otoño una advertencia especial para España, Italia y Portugal, en el marco de su balance semestral sobre el sector financiero mundial. Según el Informe de Estabilidad Financiera Global, los bancos europeos podrían encarar en los próximos dos años pérdidas por 250.000 millones de euros por sus carteras de préstamos empresariales, ante los problemas de solvencia del sector privado. Gran parte de esas pérdidas se concentran en esos tres países periféricos de Europa, ha apuntado el organismo, que cifra en 104.000 millones de euros la cantidad que registran las entidades españolas. El FMI cree que el sector financiero en España podrá cubrirlas con las actuales provisiones, pero aún se desconocen los datos oficiales de las refinanciaciones que el Banco de España analiza y, por tanto, su impacto final.

A pesar de este escenario, es curioso ver cómo el sector financiero español consigue “ganarse” las alabanzas de algunos, aunque con muchas críticas a su análisis al observar los datos. The Guardian se hace eco hoy del último post de un gestor de fondos en Londres, que escribe en su blog, “No es tan simple”, un artículo titulado “Europa: salvada por el genio de los banqueros españoles”. Este gestor recurre a una comparación de los datos sobre el estallido de las burbujas inmobiliarias en Irlanda y España. El “tigre celta” vio dispararse el precio de la vivienda desde 1997 hasta el pico del boom un 418%, y España un 302%. Hasta hoy, desde ese techo, los precios se han ajustado en los dos países un 36% y un 28%, respectivamente. Porcentajes que a este blogger le parecen similares, y que contrastan con el coste en términos de PIB que les ha costado a Dublín y a Madrid rescatar sus sistema financieros: un 36% y un 4%, aproximada y respectivamente. Con estos datos, este gestor de fondos británico se siente en disposición de llamar “genios” a los banqueros españoles. El problema reside en las cifras empleadas. Da la sensación de que ese 4% del PIB de España estimado como coste del rescate es un cálculo basado en que el PIB de España ronda el billón y este gestor solo ha contabilizado como ayudas al sistema financiero los 40.000 millones de euros aportados por el rescate internacional para las entidades españolas. Sin embargo, a comienzos de septiembre, el propio Banco de España cifraba en 61.366 millones las ayudas públicas a la banca, sin incluir además los costes de los Esquemas de Protección de Activos (EPAs), ni los avales del Estado a las emisiones de las entidades, ni la participación pública en la Sareb (“banco malo”).

De vuelta al “efecto Yellen”, muy representativo del sentir general ante esta elección es el efusivo comentario de Dan Fuss, de Loomis Sayles: “Gracias a Dios Yellen va a ser nominada”. La buena acogida a la primera mujer que presidirá la máxima autoridad monetaria de Estados Unidos se explica porque representa la continuidad de las políticas de estímulo de su predecesor.

El mercado descuenta que Yellen seguirá inyectando liquidez en las bolsas mientras la economía de la primera potencia mundial no aleje todos los riesgos que acechan. Dos de ellos, de plena actualidad: el cierre del Gobierno federal, el famoso shutdown, que suma hoy su noveno día; y la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos para elevar el techo de deuda, medida imprescindible para evitar la quiebra técnica del país.

María Gómez