La renta variable no se ha adaptado al nuevo entorno de menor crecimiento y bajos tipos de interés, explica Jeremy Siegel, profesor de Wharton, y quizá esto, por contrario que parezca, sea una señal alcista. “Todavía se está vendiendo a una relación precio/beneficio de 15 ó 16, la que hemos tenido durante 100 años, cuando los tipos era del 5%, 6%, 7%”, incluso la rentabilidad del bono a 10 años estadounidense está en niveles “históricamente bajos” con respecto a las acciones y hace parecer a la renta variable barata a estos niveles, señala en CNBC.

Siegel considera que la caída en los tipos de la deuda no es resultado de una preocupación por el crecimiento económico y la Fed, sino que atribuye esta tendencia a que los inversores nacidos entre los 40 y los 60 y los fondos de pensiones buscan reducir el riesgo por si el Gobierno reduce emisiones ahora que el déficit es un poco más manejable.

Bajo este escenario, Siegel, señaló a principios de mes que, en su opinión, tanto los bonos como las acciones pueden subir más. Su predicción pasa porque el Dow Jones llegue a los 18.000 puntos a finales de año.

S.C.