El director de Análisis y Estrategia de Mercados & Gestión de Valores AV, Nicolás López, reconoce que “en la Bolsa siempre tenemos que estar preocupados por algo”. Durante una jornada organizada por la revista Trader Secrets, López apostaba porque este ciclo alcistas en los mercados sea más largo de lo normal: “Esperar un fin de ciclo implicaría un índice de confianza mucho más arriba y, además, el potencial de recuperación por ejemplo de un indicador de las ventas de coches es alto aunque el ritmo sea lento”.

Su visión optimista se basa en la certeza de que “la economía no es tan frágil como parece”: “Los balances de las empresas americanas están en buena forma y ofrece potencial en cuanto a planes de inversión, porque tienen mucho dinero y no saben qué hacer con él”. Explica el director de Análisis y Estrategia de Mercados & Gestión de Valores AV que estas compañías “no le quieren dar” ese excedente a los accionistas, porque “la lógica de que una compañía reparta dividendos es que le sobra liquidez, pero le sobra cuando ya ha invertido”. A la pregunta de si este escenario se puede extrapolar a las firmas europeas y, por tanto, a los dividendos que reparten las empresas española, López explica que la rentabilidad por dividendo de las europeas es más elevada por su naturaleza.

“En Estados Unidos prevalecen las firmas tecnológicas (el 20% del S&P es este sector), que se caracterizan por generar cantidades ingentes de flujos de caja, y ahora están reteniendo ese dinero para invertir. Son compañías que entienden que van a necesitarlo para inversiones. En mi opinión, es un fenómenos positivo porque implica que ven esas posibilidades de inversión”. Un ejemplo de que en Europa, en concreto en España, esto no es así, es Banco Santander, citaba López, que recordaba que si Banco Santander está dando sus dividendos en acciones es precisamente porque no le sobra la liquidez, sino que necesita recapitalizarse.

Para el principal índice del mundo, el S&P, López espera unos incrementos del 10% anuales en sus beneficios por acción (BPA) entre este año y el que viene, aunque matiza que en el caso de los márgenes de beneficios, “no es algo que puede crecer constantemente” y que “es imposible saber cuándo van a caer: podrían mantenerse en niveles más o menos altos hasta que llegue la próxima recesión”. Este experto, que define de “espectacular” la caída en el apalancamiento, advierte que “las cosas no siempre se repiten exactamente igual por lo que, aunque no se han llegado a infravaloraciones que se vieron en la crisis 'puntocom', la bolsa está donde tiene que estar”.

Avisa de que la bolsa en Wall Street cuando la Fed normalice los tipos de interés y la rentabilidad de los bonos suba, “pero hay margen y esa circunstancia no tiene por qué afectar en exceso a la renta variable”. López asume que “el año que viene empezarán a subir los tipos en Estados Unidos, y estos procesos siempre plantean tensiones”, aunque relaja este riesgo porque “la Reserva Federal (Fed) va telegrafiando sus acciones y esto reducirá el impacto”.

A esta orilla del Atlántico, López espera incrementos de los BPAs en el Stoxx 600 del 15% anual entre 2014-2015, que podría ascender en España al 20%. “La Bolsa en Europa está anticipando algo que aún no ha sucedido: la recuperación. En el Ibex 35 esto es aún más acusado. A finales de 2015, si se cumplen las expectativas de los beneficios empresariales y si aplicamos un PER de 14 estaríamos sobre 12.200 de Ibex 35”.

Sobre los emergentes y su incorporación o no al ciclo alcista responde con un escueto “Veremos”, pero no cree que el problema del shadow banking en China vaya a ser un problema: “Me cuesta creer que China no vaya a ser una oportunidad de inversión. Puedo tener más dudas de un Brasil y un México”.

EUROPA A MEDIA SESIÓN

Las bolsas europeas se mueven sin rumbo a media sesión, con caídas limitadas en el caso del Dax y alzas para el Eurostoxx 50, animado por el comportamiento del Ibex 35 que es el mejor índice del Viejo Continente con subidas del 0,85% hasta los 10.520 puntos. Los inversores esperan la decisión del Banco Central Europeo (BCE), sobre la que se barajan o la ausencia total de acciones, o las cuatro que están sobre la mesa desde hace meses para estimular la economía: fin de la esterilización del SMP, es decir, devolver al mercado el dinero impreso para comprar deuda en los momentos más complicados de la crisis soberana; situar en tasas negativas el tipo de interés sobre depósitos, para incentivar a que los bancos presten en lugar de depositar su dinero en el BCE; una QE al estilo de la Fed pero condicionada a la concesión de créditos; o directamente una bajada en el precio del dinero.

María Gómez