El Centre for Policy Studies ha publicado un estudio que examina los “SuperEntrepreneurs” (super empresarios), que define como las 1.000 personas que han ganado 1.000 millones de dólares desde 1996, para determinar cómo estos empresarios hacen su fortuna y qué tipo de políticas fomentarán su actividad. En concreto, los autores del estudio, Tino Sanandaji y Nima Sanandaji, han analizado 1.000 personas que han aparecido en el listado de Forbes de los más ricos del mundo entre 1996 y 2010 y han descubierto que “estos super-empresarios han establecido la mitad de las compañías más grandes creadas desde el Segundo Guerra Mundial”.

El estudio destaca que estos “super empresarios” se encuentran en 50 países distintos, aunque Hong Kong tiene el mayor número con casi tres por cada millón de habitantes. Después se sitúa Israel con dos de cada millón, seguido por Estados Unidos, Suiza y Singapur.

Asimismo, estos investigadores han encontrado varias diferencias entre Estados Unidos y Europa. Destacan que de los 100 empresas americanas más grandes, 31 fueron creadas por un empresario durante la época posguerra y han creado cuatro millones de empleos. No obstante, en Europa sólo siete de las 100 empresas más grandes surgieron en el mismo periodo con la creación de un millón de empleos. Además, el estudio muestra que, en términos per capita, Estados Unidos tiene cuatro veces más empresarios multimillonarios que el Viejo Continente. En términos generales, estos investigadores también señalan la diferencia entre la fuente de riqueza y comentan que Europa va por detrás de Asia y Estados Unidos, ya que sólo un 42% de los multimillonarios europeos han construido su propia fortuna en vez de haberla heredado. Esto frente al 70% en Estados Unidos que son super empresarios y “prácticamente todos” en China.

Entre las características de los super empresarios, subrayan la importancia de la educación (la mitad de los estadounidenses tiene un doctorado, mientras sólo un 16% no tiene un título universitario) y admiten que un 73% de los encuestados han reconocido que los beneficios económicos fueron un factor de motivación.

En cualquier caso, estos expertos consideran que las políticas de los diferentes países son un factor clave. Como regla general, los países con el mayor número de multimillonarios identificados en el estudio tienen tasas de impuestos más bajas con poca regulación y, destacan, menos empresarios autónomos. Como ejemplos de este último caso, señalan que Grecia, Turquía, España Portugal y Italia tienen una tasa de autónomos del 20% al 30% excluyendo el sector de agricultura, en comparación con el 10%-15% de trabajadores en Estados Unidos, Canadá, Japón y Suiza que tienen altos niveles de innovación empresarial. Asimismo, destacan que la tasa de autónomos en Silicon Valley es la mitad que la media de California en su conjunto.

La conclusión del estudio se centra en el error de confundir los autónomos con los “super empresarios” y el peligro de realizar políticas para aumentar el primer grupo que, en realidad, daña a la innovación empresarial. “Muchas políticas tienen el impacto opuesto sobre las empresas de autónomos y la innovación empresarial”, explican. El estudio termina con un consejo para los Gobiernos: “No confunden los autónomos con los super empresarios, un error típico, y no lancen programas públicos de empresas 'altisonantes'. Al contrario, la respuesta son impuestos bajos, regulación ligera y la garantía rigorosa de los derechos de propiedad”.

J.M.