Desde Citigroup señalan que, en línea con el EBIT registrado por la compañía en el primer trimestre (42 millones de euros) los ingresos totales de la compañía se elevarán hasta los 4.433 millones de euros en 2016, lo que supone un incremento del 5,7% respecto al año pasado. Además, el beneficio neto se doblarás hasta los 133,4 millones de euros, impulsado por el aumento del margen EBITDA hasta el 4,5% desde los el 2,5% con el que cerró 2015.
Por su parte, la rentabilidad por dividendo se instalará en el nivel del 4,8%, ligeramente por encima de la media del Ibex 35 (4,5%), mientras que el PER se situará en las 11,6 veces, en contraposición a las 26,1 veces con las que cerró 2015.
Entre los riesgos que podrían lastrar el crecimiento de la compañía en los próximos meses, desde Citigroup destacan, fundamentalmente, tres: por un lado, los posibles aplazamientos de los plazos en marcha o el retraso de nuevas proyectos; la elevada dependencia al precio de las materias primas, especialmente petróleo y gas, podría suponer un problema a medio plazo; por último, la existencia de contratos denominados en dólares, unido a unos costes en materias primas denominadas en otras divisas, podría generar unos altos niveles de volatilidad que podrían provocar una erosión de la rentabilidad de la compañía.