Morningstar cifra en 668.000 millones de euros los activos gestionados en fondos europeos socialmente responsables en 2019, lo que implica un crecimiento del 58% respecto a 2018. ¿La ISR ha llegado para quedarse?

Por supuesto. De la misma manera que los coches hoy en día traen un Airbag de serie, la Inversión Socialmente Responsable está aquí para quedarse. La diferencia entre una inversión normal y una ISR es simplemente cómo se toman las decisiones de inversión. Ambas buscan generar rentabilidad y obtener rentabilidad sobre la inversión, la diferencia es que en la ISR tomamos decisiones de inversión teniendo en cuenta no solamente el análisis financiero de las compañías en las que vamos a invertir, sino que también tenemos en cuenta un análisis extrafinanciero. Tenemos en cuenta criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo que aplican las empresas en las que vamos a invertir.

Hoy en día, una empresa no se puede permitir el lujo de no integrar estos criterios en su modelo de negocio o su actividad comercial, porque pondría en riesgo su reputación y, lo que es más importante, su competitividad a largo plazo. Por tanto, estamos convencidos de que la Inversión Socialmente Responsable está aquí para quedarse.

Mucho se habla de que la ISR ayuda a obtener mejores rentabilidades. ¿Qué opinión tienen en Groupama AM?

Hay estudios que demuestran que la ISR en el largo plazo es más sostenible y rentable. Nosotros vamos a la parte de los riesgos. Pensamos que la Inversión Socialmente Responsable nos permite controlar y gestionar mejor los riesgos, porque, cuando estamos añadiendo un parámetro más a nuestras decisiones de inversion, tenemos más información sobre las empresas. Si añadimos ese análisis extrafinanciero que nos da una percepción más sobre la calidad de la gestión y un mejor conocimiento de las dinámicas regulatorias del sector en el que opera la compañía, al final la ISR va a ser un indicador adelantado de potenciales riesgos y oportunidades.

Por tanto, desde Groupama AM lo vemos más como una palanca para controlar y gestionar mejor los riesgos y, por tanto, optimizar el binomio rentabilidad-riesgo.

Acabáis de registrar tres fondos ISR en España, entre ellos uno temático, el G Fund Future For Generations, y otro de impacto, el G Fund Global Green Bonds. ¿A qué se debe esta apuesta por la sostenibilidad?

No es una apuesta puntual. Nosotros somos pioneros en las finanzas sostenibles, llevamos más de 20 años comprometidos con la ISR. La integración de criterios extrafinancieros es un motor de crecimiento en la compañía y una estrategia corporativa. Simplemente hemos añadido o complementado los ejes de la implementación de la ASG como piedra angular de nuestra oferta.

Lo que queremos decir a los inversores es que hoy en día la pregunta no debería ser “¿por qué debo integrar criterios ESG?”, sino “¿cómo integrar criterios ESG?”. Por lo tanto, llevamos mucho tiempo comprometidos con la ISR.

El G Fund Future For Generations es un fondo mixto de gestión temática en bonos y acciones. ¿Cómo aprovecha las diferentes temáticas ESG y cuál es el proceso de selección de activos?

El nombre indica lo que hacemos, que es ver qué mundo le vamos a dejar a nuestras generaciones futuras. Lo que vamos a hacer es invertir en compañías que aportan soluciones concretas a distintas temáticas: salud, consumo saludable, cambio climático y transición energética. Además, vamos a invertir en esas compañías cumpliendo con 9 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

Es un fondo mixto, diversificado, que invierte un 70% en renta fija y un 30% en variable, pudiendo llegar al 50%-50%. Nos focalizamos en compañías que aportan soluciones concretas a los desafíos que tenemos hoy en día para dejar un mundo mejor a nuestras generaciones futuras.

El fondo G Fund Global Green Bonds está formado por una cartera de renta fija global que invierte en bonos verde. ¿En qué bonos verdes veis valor?

Es un mercado que ha crecido de manera exponencial en los últimos años. Actualmente hay casi 800.000 millones de euros emitidos en bonos verdes. El mayor crecimiento ha sido estos dos últimos años. El úumero de emisores también ha crecido: hemos pasado de 77 a 167.

Por lo tanto, es un campo donde nosotros vemos mucho valor, y además queremos apoyar a esos emisores en su dinámica de transición energética y ecológica, es decir, aquellos que van a tener un impacto en las energías renovables, el transporte limpio, la preservación del agua y todo lo que tiene que ver con un impacto en el medio ambiente. Ahí es donde nos centramos, seleccionando bien los emisores que van a tener impacto. En el caso español, hay emisores como Iberdrola.

Consideramos que, por el crecimiento del mercado y el apoyo que queremos dar a esos emisores, teníamos que lanzar un fondo de bonos verdes.

¿Qué ritmo de crecimiento a nivel de aportaciones esperan de estos fondos? ¿El inversor español está interesado en la Inversión Socialmente Responsable?

Sí. Al final, lo que hemos hecho ha sido lanzar estos dos nuevos fondos que complementan nuestra oferta de ISR porque veíamos una necesidad por parte de los inversores.

Es cierto que los inversores están sensibilizándose mucho, sobre todo con la parte medioambiental, pero también le dan importancia a la parte de gobernanza, cómo están gestionadas las compañías a las que ellos dan dinero, cómo tratan a sus empleados, si cumplen o no la parte social. Por tanto, lo que nos dicen muchos clientes es “si yo en mi día a día actúo de manera responsable, lo lógico es que lo hiciese también en mis inversiones”.

Hemos lanzado los fondos atendiendo a una necesidad de nuestros clientes y, sobre todo, para complementar nuestra oferta de Inversion Socialmente Responsable. Pensamos que, cada vez más, va a ser una demanda por parte de los inversores, lo que nos va a obligar a nosotros a demandárselo a las empresas en las que invertimos. Hoy en día en ninguna empresa va a poder obviar la integración de criterios extrafinancieros, porque se lo demanda el mercado.