Más importante, los comentarios de Janet Yellen sugiriendo que la FED no tiene prisa en retirar su política de flexibilización cuantitativa en función de los próximos datos lo que ha aliviado la presión sobre los mercados emergentes con altos niveles de déficit por cuenta corriente. Sin embargo, una combinación de datos económicos más sólidos en Estados Unidos junto con factores idiosincráticos en las economías emergentes dan a entender que la recuperación económica esbozada en datos procedentes de los mercados emergentes es frágil.

Como ha sido ampliamente comentado, las grandes cantidades de liquidez que abandonaron las economías desarrolladas como consecuencia de la crisis de Lehman buscaban rentabilidades más altas. De forma inevitable, esta liquidez aterrizó en las economías emergentes donde los inversores podían obtener el rendimiento que buscaban. Por el contrario, el precio del dinero cayó en estas mismas regiones, respaldando el crecimiento del crédito. Desde 2008, el crédito ha crecido en estos mercados a un ritmo por encima del PIB nominal, una señal de crecimiento excesivo
. El FMI ha descubierto que un crecimiento año tras año en el ratio crédito/PIB de más de 3 pp podría servir como señal temprana de alerta de crisis financiera en los próximos uno o dos años. Por ejemplo, Turquía, Brasil, Tailandia y Singapur han vivido un cambio anual de su ratio crédito/PIB de más de 3 pp del PIB en los últimos dos años. Por tanto, la probabilidad de crisis financiera en estas economías es alta, según este parámetro del FMI.

Cuanto más rápido sea el crecimiento del crédito, más probable es que aparezcan préstamos impagados, si actualmente el nivel de préstamos incobrables es bajo. En este sentido una serie de países, en concreto Brasil, Turquía, Singapur, Indonesia y China, corren el riesgo de enfrentarse a mayores niveles de impagos en el futuro, dado que han vivido el mayor crecimiento del crédito y su ratio de préstamos impagados respecto a préstamos totales es actualmente bajo.

Asimismo, el crecimiento del crédito ha sido más excesivo en Asia emergente, mientras que el conjunto de países con mayor riesgo de préstamos impagados está mayoritariamente formado por economías de esta región. Poco sorprendentemente, estas economías habían asistido a un crecimiento excesivo de los precios inmobiliarios desde 2008. De forma más específica, el aumento en el precio de la vivienda durante 2008-2013 abarcó desde el 11% en Tailandia hasta casi el 200% en Hong Kong, lo que señala la posible existencia de una burbuja inmobiliaria en la región. Así, si los banqueros centrales en Asia emergente optasen por una subida de tipos en un intento de detener la depreciación de la divisa debido a las salidas de dinero, correrán el riesgo de pinchar la burbuja inmobiliaria y de disparar el surgimiento de más préstamos impagados en el futuro.

Manolis Davradakis, miembro del Equipo de Análisis & Estrategia de Inversión en AXA IM