El Banco calcula que las pérdidas de valor de sus activos a las que se enfrentan las distintas instituciones financieras en el Reino Unido se han más que duplicado con respecto a los cálculos que se hicieron el pasado abril. Según el informe, las pérdidas por valor de mercado en el Reino Unido son de 123.000 millones de libras (casi 191.000 millones de dólares) mientras que en abril se hablaba de sólo 63.000 millones de libras. Hasta ahora, sin embargo, los bancos británicos sólo han rebajado el valor de sus activos en menos de 20.000 millones de libras (31.000 millones de dólares).

El Banco de Inglaterra predice que uno de cada diez personas que tienen una hipoteca en el Reino Unido- 1,2 millones en total- va a encontrarse con que su vivienda vale menos que el crédito suscrito para comprarla. Alrededor de medio millón de personas se encuentran ya con que el dinero que deben supera el valor de su vivienda como consecuencia de una caída del 15 por ciento del valor medio de las propiedades inmobiliarias desde el pasado verano. Una nueva caída similar de los precios del sector llevaría a esa misma situación a otros 700.000 de los 11,7 millones de británicos que se han hipotecado para comprar sus viviendas.

La crisis financiera que afecta al Reino Unido es la peor desde el estallido de la Segunda Guerra Mundial, reconoce el informe, que expresa su preocupación por la inestabilidad que pueda resultar de los problemas a que se enfrentan aseguradoras y fondos de alto riesgo.

"Existe el peligro de que los inversores muy apalancados (que han suscrito créditos muy elevados para invertir), como los fondos de alto riesgo, se vean obligados a liquidar activos en acciones debido a la escasez crediticia", advierte el Banco.

Por su parte, las compañías de seguros, aunque no tengan el mismo problema de excesivo apalancamiento, presentan, según el informe, otros problemas potenciales, en especial si sus inversiones incumplen las reglas de adecuación de capital.

Otro peligro estriba en la posibilidad de que las agencias rebajen la calificación de riesgo de las aseguradoras, lo que socavaría su liquidez ya que se les exigiría mayor colateral. E