Monitorizar 6.000 bancos y vigilar directamente unos 130, aquellos que tienen activos de más de 30.000 millones de euros o suponen al menos el 20% del PIB del país al que pertenecen, y también los que hayan solicitado o recibido ayuda pública del fondo europeo de rescate (ESM por sus siglas en inglés). Esta será la tarea, a partir de noviembre de 2014, del Banco Central Europeo (BCE), que se convierte así en el supervisor bancario único. Lo han aprobado finalmente hoy los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE), el Ecofin, durante su reunión en Luxemburgo.
Se trata del primer pilar de la unión bancaria.
M.G.