En este caso, el desafortunado incidente de Fukushima se tradujo en la necesidad de importar energía si la devaluación del yen incide en mayores costes de importación, por lo que el objetivo de la devaluación tiene consecuencias claramente nocivas para la economía nipona.
En Europa hemos vivido con gran controversia el euro con los distintos pares de divisas, puesto que la solidez en la economía alemana se ha visto claramente perjudicada por una periferia que se ha desintegrado. En este suceso como bien sabemos hubo mucho pánico y el dinero voló de Europa buscando refugio en otros países como por ejemplo Suiza.
El cruce entre el euro y el franco suizo, como podemos ver en el gráfico, ha cotizado en el rango 1,43 y 1,70 desde 1993 hasta abril de 2010, cuando Grecia pidió su rescate. A partir de entonces animó a los inversores a salir del euro y se empezó a debatir sobre la subsistencia de nuestra divisa común.
En agosto de 2011, fecha aproximada del segundo rescate a Grecia, tras declararse en quiebra Portugal e Irlanda el euro se desplomó con respecto al franco suizo por el pánico presentado que incitaron a los inversores en la divisa suiza.
El desenlace de la crisis obligó a las autoridades monetarias suizas a intervenir su divisa para evitar que las exportaciones cayeran. El suelo que sentó el Banco Suizo fue el 90 y el tipo de cambio permaneció estable en el 1,20 hasta diciembre de 2012, momento en el que el riesgo sistémico empezó a disiparse y el populismo bursátil comenzó a modificar su discurso de la prima de riesgo virando hacia el tapering.
Hoy no está claro que el euro no solamente vivirá tras la crisis sino que se ha visto fortalecido por el liderazgo alemán y por las profundas reformas de los estados miembros. En el periodo transcurrido entre diciembre de 2012 hasta la actualidad, el par ha cotizado técnicamente libre por encima del 1,20, de modo que el Banco Central Suizo no necesita comprar más euros.
Incluso puede estar colocando euros en el mercado frenando así la revalorización de su divisa en la vuelta a la normalidad, que implicaría volver al rango dinámico en el que cotizaba los 15 años previos a la crisis europea.
Ese suceso, justamente con la idea de que la obligación de comunicar datos bancarios a la OCDE, hizo de Suiza un lugar menos apetecible para los inversores. Una vez reducida la prima de riesgo podría buscar las oportunidades de invertir en Europa, produciendo un movimiento violento que podría relajar al Banco Central Suizo, que ha visto como su balance se ha visto deteriorado severamente durante los últimos años.
En este sentido, en un término más operativo, entraríamos en los 1,2290 buscando el ajuste a la actual corrección con un stop loss de 60 pibs y ajustando el tamaño del lote al riesgo que estamos dispuestos a asumir.
Sin lugar a dudas, si el par Euro-Franco Suizo logra superar el 1,25 con fuerza, entraríamos en una fase alcista, que podría ser muy apetecible y buscando una oportunidad de trading.
Como siempre ha sido un placer.
Gisela Turazzini para los usuarios de Estrategias de Inversión. Que tengan una excelente tarde y una feliz jornada de trading.