Estados Unidos entró en recesión técnica en el segundo trimestre de 2022, cuando su producto interior bruto (PIB) experimentó una caída del 0,2%, tras ya haberse contraído un 0,4% en los tres primeros meses del año, según se desprende de la primera estimación del dato publicada este jueves por la Oficina de Análisis Económico del Gobierno estadounidense (BEA, por sus siglas en inglés). Se denomina recesión técnica, según el consenso de los economistas, a la situación económica que se da al encadenar dos trimestres de contracción económica.

Debido a esta contracción, el PIB de Estados Unidos al cierre del segundo trimestre de 2022 era un 2,5% superior al observado al finalizar el cuarto trimestre de 2019, antes de cualquier impacto de la pandemia del Covid-19. En el primer trimestre, este dato estaba un 2,7% por encima.

En términos puramente anualizados, la forma preferida por la Oficina de presentar los datos, el PIB de Estados Unidos se contrajo un 0,9% en el segundo trimestre del año, frente al descenso anualizado del 1,6% del primer trimestre.

Sin embargo, las grandes petroleras no temen este escenario de recesión. Las mayores petroleras europeas, Shell y TotalEnergies, anunciaron este jueves la ampliación de sus programas de recompra de acciones después de que sus beneficios del segundo trimestre superaran a los del anterior, que ya eran récord, gracias a la subida de los precios del crudo, el gas y los productos petrolíferos, recoge Reuters. El mismo camino que también emprendió la noruega Equinor y que comunicó este jueves la española Repsol.

La recuperación de la demanda tras el final de los confinamientos en Europa por el Covid-19 y el aumento de los precios del petróleo y el gas por la guerra entre Ucrania y Rusia han impulsado los beneficios de las petroleras tras las pérdidas de los ejercicios 2020 y 2021.

Estas fuertes ganancias permiten al sector reducir deuda en medio de la subida de tipos de interés, impulsar las inversiones en la transición energética desarrollando activos renovables y al mismo tiempo retribuir en mayor medida a sus accionistas gracias al dividendo y a las recompras de acciones, que elevan el precio de los títulos en circulación y aumentan la participación de cada accionista en la compañía. De hecho, la relación entre deuda y capital, o apalancamiento, de TotalEnergies cayó por debajo del 10%, o la mitad de su nivel de hace un año, desde el 12,5% del primer trimestre, mientras que la de Shell bajó al 19,3% desde el 21,3%.

Fuertes recompras en Shell y TotalEnergies

El margen de refinado de Shell prácticamente se disparó hasta los 28 dólares por barril. Impulsada por un beneficio trimestral récord de 11.500 millones de dólares (11.300 millones de euros), Shell anunció este jueves una recompra de acciones por valor de 6.000 millones de dólares (5.908,71 millones de euros) hasta finales de octubre, tras un plan de recompra de 8.500 millones de dólares (8.370 millones de euros) finalizado en el primer semestre.

Esto supera las previsiones que tenía la petrolera británica de devolver a los accionistas hasta el 30% del flujo de caja. En cuanto al dividendo, Shell ha preferido mantener un dividendo de 25 centavos por acción, que ya supone un aumento anual del 4% tras un recorte del 60% durante la pandemia.

Por su parte, la petrolera francesa TotalEnergies anunció un crecimiento de su beneficio neto trimestral del 9% hasta los 9.800 millones de dólares (9.650,89 millones de euros). Junto a este beneficio comunicó ayer al mercado que recompraría 2.000 millones de dólares (1.969 millones de euros) en el tercer trimestre después de comprar 3.000 millones (2.954 millones de euros) de sus propias acciones en el primer semestre de 2022.

A nivel de dividendos, ya había anunciado un aumento anual del 5% para su primer dividendo trimestral de este año, hasta 0,69 euros por acción, y dijo el jueves que mantendría ese nivel para su segundo dividendo a cuenta de 2022. "TotalEnergies ha optado por mantener su recompra plana en (el tercer trimestre), lo que puede ser decepcionante para algunos inversores dado el actual entorno macro", dijo el analista de RBC Biraj Borkhataria.

La noruega Equinor anunció también esta semana un aumento de su recompra de acciones para lo que queda de año del 30%, hasta un total de unos 13.000 millones de dólares (12.802 millones de euros). 

Repsol, por su parte, no ha querido quedarse atrás y este mismo jueves comunicó un programa de recompra de acciones de 50 millones y la amortización de 75 millones de acciones impulsado por sus extraordinarios beneficios, que se duplicaron en el primer semestre hasta los 2.539 millones. Esto supone su mejor resultado semestral de siempre tras pulverizar los 2.117 millones del mismo periodo de 2008.

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