Leyendo diarios financieros, visitando redes sociales o incluso hablando con algunos profesionales del sector, parece que existe cierta sensación generalizada de que los mercados financieros han recuperado desde sus mínimos de marzo, en medio de un sentimiento de euforia, desconectándose completamente de la realidad económica.
Durante el mes de marzo de 2020 las bolsas mundiales experimentaron caídas históricas. Los principales índices bursátiles del planeta no pudieron resistir frente al pánico y la incertidumbre provocado por la crisis sanitaria del Covid-19 y sufrieron caídas cercanas al 30%.
Siguen las alzas en las bolsas europeas aunque con más tranquilidad que ayer. El DAX sube un 1,08%, hasta los 12.149 puntos; el FTSE -100 sube un 0,8%, hasta los 6.274 puntos mientras que el CAC-40 avanza algo más de un punto porcentual y abre en los 4.911 enteros. El Eurostoxx 50 abre en los 3.189 puntos con un FTSE MIB que supra el 1% en la apertura y un Ibex 35 que arranca la sesión desde los 7.470 puntos.
La mejoría del Ibex 35 se encuentra respaldada por un interés creciente por parte de los participantes de mercado y una mejoría en el momento del precio, lo que habilita considerar un potencial escenario de superación de resistencias relevantes, escenario que habilita a (1) actualizar objetivos al alza y (2) buscar estrategias de superación de resistencias.
El cambio climático, o mejor dicho la necesidad de soluciones sostenibles para luchar contra él, es una de las megatendencias más relevantes de los últimos tiempos. Dentro de ella, las energías renovables, representadas en la bolsa española por cuatro valores, son unas de las ganadoras. Y eso, a pesar del impacto del Covid-19.
En tiempos de volatilidad en los mercados como el actual, el sector telecomunicaciones se muestra como uno de los más seguros por su comportamiento defensivo y la fortaleza de las compañías que lo forman en la bolsa española.
Hay sectores a los que una crisis económica no les pasa tanta factura como a otros. El consumo básico es uno de ellos, porque cuando todo se paraliza, cuando las empresas dejan de acometer inversiones y los consumidores se apretan el cinturón, uno de los pocos sectores que sigue con su ritmo habitual es este.
Las bolsas europeas repuntan con fuerza en la apertura. El DAX sube un 2,7%, hasta los 11.897 puntos; el FTSE -100 avanza algo más del 0,6%, hasta los 6.202 puntos. El CAC-40 eleva en algo más de un punto porcentual su cotización mientras que el Eurostoxx 50 sube más del 2,4%, hasta los 3.122 puntos. El índice italiano, el FTSE MIB avanza un 0,7% mientras que el Ibex 35 sube algo más del 0,6%, hasta los 7.269 enteros.
El sector de suministros básicos (energía, electricidad y gas) es otro de los que presenta una mayor resistencia en un momento de despegue de la economía. Tiene sentido si se piensa que los ingresos de gran parte de estos negocios no están ligados a la evolución económica o que las compañías del sector afrontan con buenos balances la recesión en ciernes.
La pandemia provocada por el coronavirus ha puesto de manifiesto, más aún si cabe, la importancia de la salud. Y no solo desde un punto de vista estrictamente sanitario, sino también como una inversión defensiva que la convierte en toda una oportunidad para las carteras.