La decisión de la administración Trump de apostar por la minería extranjera marca un nuevo rumbo en la política económica de Estados Unidos. Y ojo, también una ruptura total con la política medioambiental del expresidente Biden.

En un contexto global donde los minerales estratégicos son más esenciales que nunca para la defensa, la energía y la tecnología, el gobierno estadounidense busca asegurar el acceso a recursos claves sin depender de potencias rivales como China. 

El anuncio de la inversión ha generado un notable impacto financiero y político. Las acciones de la canadiense Trilogy Metals Inc se dispararon tras conocerse que la Casa Blanca destinará 35,6 millones de dólares a adquirir un 10% de participación en la empresa.

El acuerdo, que también autoriza la reactivación del proyecto Ambler Road en Alaska, supone un giro respecto a la postura de la administración Biden, que había bloqueado el desarrollo por sus posibles consecuencias medioambientales.

Un cambio estratégico en la política minera

Con este movimiento, la administración Trump refuerza su apuesta para consolidar cadenas de suministro estables. “Estamos realizando esta inversión para garantizar el acceso a minerales esenciales que beneficiarán al pueblo estadounidense”, declaró Doug Burgum, secretario del Interior de Estados Unidos.

El proyecto Ambler Road permitirá la explotación de grandes depósitos de cobre, cobalto, galio y germanio, todos ellos considerados fundamentales para la industria tecnológica y militar

La región es una de las más ricas del país en cobre, y según fuentes del Departamento del Interior, su desarrollo podría posicionar a Estados Unidos como un productor clave de materiales estratégicos a medio plazo.

Las implicaciones económicas han sido inmediatas. Las acciones de Trilogy, cotizadas en la Bolsa de Nueva York y en la de Toronto, subieron un 214 % en las operaciones posteriores al anuncio, reflejando la confianza del mercado en la apuesta estadounidense por fortalecer su sector minero.

Más allá de Trilogy: una tendencia creciente

La inversión en Trilogy Metals no es un caso aislado. Desde principios de 2025, la administración Trump ha cerrado acuerdos similares con Lithium Americas y MP Materials, ambos orientados a consolidar el suministro de minerales escasos como el litio y las tierras raras. Estos materiales son indispensables para la fabricación de baterías, componentes electrónicos y sistemas de defensa.

De acuerdo con datos de la consultora Benchmark Mineral Intelligence, más del 70% del procesamiento mundial de estos minerales sigue controlado por China. 

Esta concentración de poder ha llevado a las naciones occidentales a emprender una carrera por diversificar sus fuentes. En este sentido, la iniciativa de Trump representa un intento claro de recuperar independencia económica y tecnológica.

La dimensión internacional del proyecto

Trilogy Metals, con sede en Vancouver, contaba con una capitalización de mercado cercana a los 500 millones de dólares canadienses antes del anuncio. 

Con el nuevo acuerdo, el gobierno estadounidense podrá adquirir además un 7,5% adicional de participación, según la Casa Blanca. Aunque la empresa no ha emitido comentarios, el proyecto Ambler Road abre la posibilidad de explotar zonas hasta ahora inaccesibles del norte de Alaska.

La construcción de la carretera había sido frenada por la administración anterior debido a su impacto ambiental, pero ahora se plantea como una oportunidad para dinamizar la economía local y mejorar la infraestructura de transporte. “Es una mina de oro económica, por así decirlo”, declaró Donald Trump durante la presentación del acuerdo. “Este proyecto debió haberse puesto en marcha hace años; generará miles de millones y fortalecerá nuestra autosuficiencia energética y mineral.”

Más empresas esperan con ganas

El interés de la Casa Blanca en las empresas mineras de tierras raras ha elevado el valor de compañías afines. La estadounidense USA Rare Earth, especializada en la producción de imanes industriales, ha duplicado su capitalización bursátil en el último mes, mientras que Lithium Americas ha registrado un crecimiento del 184% tras confirmarse que el gobierno tomaría una participación del 5 % en su capital.

Michael Blitzer, presidente de Less Common Metals, empresa recientemente adquirida por USA Rare Earth, ha señalado que su grupo mantiene conversaciones con el gobierno para recibir apoyo financiero a través de préstamos y subvenciones. Estas acciones, en conjunto, delinean una estrategia ambiciosa que combina inversión pública con cooperación privada para reforzar la seguridad de los suministros.