Esta opinión se opone a la tesis de la Fiscalía que cree que la situación de la empresa ya era muy precaria en aquellos momentos, y que la cúpula directiva retrasó la solicitud de un concurso de acreedores cinco meses. Sin embargo, estos peritos han declarado que la empresa era solvente a fecha de 30 de junio de 2011.
Este testimonio refuerza el presentado ayer por Ferran Soriano, en el que manifestó que la empresa se vio obligada a entrar en suspensión cuando la Generalitat retiró la financiación a Spanair.
El juicio a la ex cúpula de Spanair seguirá toda esta semana. La Fiscalía pide 72 millones de euros por el retraso de casi cinco meses en la presentación del concurso de acreedores, pese a conocer que la sociedad era insolvente.
N.J.