La agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings ha tomado la decisión de elevar las notas como emisores a largo plazo de BBVAy Caixabank a 'A+' como resultado de la reciente subida del rating soberano de España a esa misma nota.

Factores clave de la decisión de S&P Global Ratings

Impacto del rating soberano en BBVA y CaixaBank

Según S&P Global, esta mejora en el rating soberano de España ya no limita los ratings de BBVA y CaixaBank, lo que ha llevado a asignar una perspectiva 'estable' a ambas entidades en términos de solvencia crediticia.

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Percepción de la economía española

La agencia ha destacado que percibe a la economía española como menos vulnerable a cambios bruscos en las condiciones de financiación externa y más capaz de resistir impactos económicos inesperados. Además, resalta aspectos positivos como el crecimiento económico, el sector exterior y el mercado laboral del país.

Consideraciones sobre CaixaBank

En el caso de CaixaBank, S&P ha señalado que la nota actual refleja plenamente la mayor capacidad del banco para absorber pérdidas. Asimismo, ha valorado positivamente su posición destacada en el ámbito de la banca minorista y su presencia en el sector asegurador a través de VidaCaixa y Adeslas. Aunque se espera una ligera disminución en el retorno sobre el capital debido a los bajos tipos de interés, se proyecta que se mantenga en torno al 13,5% entre 2025 y 2027.

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Análisis de BBVA

En cuanto a BBVA, S&P ha resaltado que la fortaleza financiera del banco se encuentra en línea con sus pares europeos y globales de mayor tamaño y diversificación, a pesar de su exposición a mercados considerados más riesgosos. Los analistas de S&P Global creen que la estrategia y la ejecución consistentes permitirán a BBVA mantener una rentabilidad sólida en los próximos años.

Conclusion

La decisión de S&P Global Ratings de elevar las notas de BBVA y CaixaBank a 'A+' refleja la confianza en la mejora de la situación crediticia de España y en la solidez de ambas entidades financieras. Estas calificaciones más altas pueden tener un impacto positivo en la percepción de los inversores y en las condiciones de financiación de los bancos, lo que podría contribuir a su crecimiento y estabilidad a largo plazo.