El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) celebrará entre el miércoles y el jueves (cuando se realice el anuncio) una nueva reunión de política monetaria. Todo parece indicar que aplicará otro recorte de 25 puntos básicos, lo que situará el tipo de depósito en el 2,0%. Sin embargo, lo cierto es que en las últimas semanas se ha hablado poco de tipos de interés, con la atención fijada en otros temas. Por un lado, la oportunidad del euro para convertirse en una alternativa real al dólar ante la caótica política económica de EEUU. Pero, sobre todo, la posibilidad de que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, salga de manera anticipada de la institución para dirigir el Foro Económico Global, como publicó hace unos días Financial Times.
“Cuando los chismes y otros temas europeos más amplios reciben más atención que la próxima decisión sobre los tipos de interés, el BCE debe estar en el buen camino para cumplir con su mandato de estabilidad de precios. Esta podría ser, al menos, la conclusión que podemos extraer al analizar los principales eventos del BCE de la última semana”, reflexiona Carsten Brzeski, jefe global de Macro de ING. “La aparente ausencia de un debate controvertido solo puede deberse a que otro recorte de tipos de 25 puntos básicos en la reunión del BCE del 5 de junio es un hecho”.
Sin embargo, el experto del banco holandés cree que “la rueda de prensa del jueves podría ser más interesante que las que hemos visto recientemente. No solo porque anticipamos algunas preguntas sobre la historia del Foro Económico Mundial y las ambiciones personales de Lagarde de vivir en una casa con vistas al lago, sino también por indicios de lo que podría suceder a continuación”.
En lo que respecta a futuros movimientos de tipos, Brzeski cree que “a menos que las tensiones comerciales regresen con fuerza, sospechamos que el BCE preferirá mantener una actitud expectante durante el verano”. Llevará un tiempo comprender si los riesgos desinflacionarios actuales son solo puntuales o si indican una tendencia más amplia”. Al mismo tiempo, “cuanto más resiliente sea la economía de la eurozona, más preocupado estará el BCE por el posible impacto inflacionario del estímulo fiscal alemán a partir de 2026”.
El economista jefe de AXA IM, Gilles Moëc, cree que el BCE está preparado para dar indicaciones de bajar los tipos más allá del 2% en próximas citas, pero que las dificultades de las negociaciones comerciales de la UE con EEUU dificultan la capacidad del BCE para “comprometerse con una orientación a futuro de cuerpo entero”.
“Creemos que el BCE seguirá ofreciendo garantías este jueves más allá de ‘simplemente’ ofrecer otro recorte ampliamente esperado de 25 puntos básicos”, destaca el experto de AXA. “Situar el tipo de interés oficial en el 2% reviste especial importancia, ya que este nivel suele considerarse el ‘tipo neutral’. Sin embargo, pensamos que el BCE, sin proporcionar una orientación explícita, dejará claro que puede ‘romper’ este nivel y descender a territorio acomodaticio sin un debate interno demasiado doloroso”.
“El mero hecho de seguir afirmando este jueves que el Banco Central Europeo ‘tomará todas las medidas apropiadas’ para cumplir el objetivo de inflación bastaría para dar al mercado una fuerte indicación de que se prevé una mayor acomodación más allá de esta semana”, piensa Moëc. Sin embargo, “el ritmo de los recortes posteriores dependerá del nivel de incertidumbre y de la magnitud del choque comercial con EEUU, y esto significa que el BCE no puede comprometerse con una orientación a futuro de cuerpo entero”.
Henry Cook y Derek Halpenny, de MUFG, abundan que “los responsables políticos están claramente interesados en mantener opciones abiertas en un entorno de incertidumbre aún elevada”. No obstante, “es evidente que el proceso de desinflación se ha visto reforzado por la evolución de las divisas y los precios de la energía”. En este contexto, “seguimos viendo un tipo terminal del 1,5% en ausencia de perturbaciones negativas”, señalan los expertos del banco japonés. Eso sí, “ahora que los tipos se sitúan en torno al nivel neutro, es probable que el listón para nuevos recortes sea más alto y esperamos que el BCE reduzca el ritmo de la relajación”.
En opinión de Cook y Halpenny, “lo más probable es que los recortes se produzcan en las reuniones trimestrales de proyección (septiembre y diciembre), pero no debería descartarse del todo una medida preventiva en julio, antes de las vacaciones de verano”.
“A corto plazo, los riesgos se inclinan hacia una nueva rebaja del tipo de facilidad de depósito, especialmente si se intensifica la guerra comercial entre EEUU y la Unión Europea”, opina Michael Krautzberger, CIO Public Markets de Allianz Global Investors. El experto espera “que los mercados de tipos de interés a corto plazo sigan anticipando una tasa terminal de política monetaria en el rango de entre el 1,5% y el 2,0% en el corto plazo, dadas las amenazas al crecimiento”.
“No obstante, podríamos estar acercándonos al final del ciclo de flexibilización del BCE. En la segunda mitad del año, es posible que el foco del mercado comience a desplazarse de las tensiones arancelarias hacia la implementación del paquete fiscal alemán y sus implicaciones para el crecimiento europeo más allá de 2025”.