Los motores de estas rentabilidades son bastante variados. Tras varios años de rentabilidades inferiores a la de los países desarrollados, los beneficios de las empresas emergentes dan buenas señales, con una clara progresión de las previsiones de resultados desde principios de año. Al contrario, la rentabilidad del mercado de renta variable americana se debe principalmente a un incremento de las valoraciones. El mercado europeo y japonés si bien conocen una evolución favorable de las previsiones de resultados, los múltiplos de valoración bajan.

 

 
Es probable que la menor rentabilidad de la renta variable europea se deba a las preocupaciones sobre el riesgo político, como parece reflejar la rentabilidad relativa inferior protagonizada por el mercado francés e italiano con respecto a los mercados alemanes y español. La publicación en primera estimación de los índices PMI del mes de febrero muestra que la coyuntura se mantiene bien orientada en la zona euro. Este contexto debería continuar impulsando los resultados empresariales, que a su vez potenciaría el mercado de renta variable de la zona euro. Por otro lado, la rentabilidad del mercado de renta variable americana podría verse perjudicada por el alto nivel de las valoraciones, con un PE en máximos de 2004.