José Luis Cava se pregunta qué nueva profecía nos está diciendo la subida del oro, destacando su subida durante la sesión asiática, del 4,5% respecto del cierre de la semana anterior.
Recuerda que desde 2020 el oro se movió lateralmente entre 1.630 y 2.000 dólares. En octubre de 2022 hizo suelo y comenzó a subir, igual que el S&P 500. Desde entonces ha pasado de 1.600 a 3.800, multiplicándose “por 2,5 veces”. Para Cava, ese largo periodo lateral significó acumulación de energía y compras de manos fuertes.
Durante esa fase, el oro anunció una profecía: “se iba a producir una enorme degradación monetaria como consecuencia de que los gobiernos iban a entrar en una espiral de deuda pública y que iban a inundar el sistema financiero de liquidez”. Hoy, señala, la liquidez global asciende a 140 billones, con China inyectando de forma masiva. “Para mí el oro es el salvador… considero que el oro es el Mesías, y ahora nos está anunciando una nueva profecía”.
Esa nueva profecía está vinculada al “tercer mandato” de la Reserva Federal: mantener tipos de interés a largo plazo moderados. Aunque oficialmente se citan dos mandatos (empleo y estabilidad de precios), el experto explica que este tercero existe en los documentos fundacionales. Añade que Miran, nuevo gobernador nombrado por Donald Trump, lo ha invocado.
En paralelo, describe que Bessent, secretario del Tesoro, ya está aplicando un QE encubierto: emite pagarés a corto plazo y con los fondos compra bonos a largo para bajar los tipos de interés. “Él está cumpliendo el tercer mandato de la Fed”.
De esta manera, el oro anticipa que EEUU seguirá inyectando liquidez, que China también lo hará y que los bancos centrales están comprando oro. Subraya que China busca implantar un patrón oro para desbancar al dólar y ser independiente de él.
Sobre precios, Cava afirma: “Yo creo que de aquí a final de año la cotización del oro puede estar en 4.000… pero yo pienso un objetivo de 10.000”. Y concluye: “El oro es el que nos dice la verdad”.