Una encueta del 2023 de Global Public Opinion on Artificial Intelligence asusta un poco. A mí, por lo menos. Una gran mayoría de trabajadores de todo el mundo piensa que su trabajo va a ser reemplazado por una IA. Y eso que la encuesta es el 2023. Con todo lo que sabemos ahora y de cómo está creciendo su desarrollo, casi seguro que, si repetimos la encuesta ahora, las cifras serían más alarmantes.
Por otro lado, siempre es sano hacerse las preguntas de si quizá estamos sobrevalorando la IA o infravalorando la creatividad humana… En cualquier caso, hasta en España, la mitad de los trabajadores piensa que su trabajo podrá ser realizado por una IA.
Fuente: Carlos Arenas Laorga con datos del Global Public Opinion on Artificial Intelligence
Ahora bien, lo que más me asusta es que los indios saben algo que los demás no sabemos. El 75% de la población piensa que su trabajo lo realizará una IA. Para echarse a temblar. Bien es cierto que hay mucho programador en este país. Pero hablamos de puestos de trabajo muy cualificados. Y aquí no se libra nadie.
En España somo más de turismo y hostelería. Ya… ¿Has visto los robots que sirven cafés, copas y hasta cócteles? ¿Has visto los robots que sirven los pedidos en las mesas y recogen las sobras? Yo los había visto por Europa, pero desde hace un tiempo ya los estoy empezando a ver por Madrid. Obviamente no sustituye a la totalidad de la plantilla de un restaurante, pero sí la puede dejar en pañales. Y eso en lo que se refiere al servicio. Imagina el potencial de una cocina que recibe el pedido de una mesa y cocina al momento una receta perfecta, siempre igual.
La psicología es otra de las profesiones que no puede sustituir la IA. Claro, en teoría. En la práctica, los datos de uso de la IA con estos fines son muy preocupantes. O los profesores, siempre necesarios (yo lo soy). Y ahora resulta que, con unas gafas, puedes estar en Grecia escuchando los discursos de Sócrates.
Pero aquí va una buena noticia. El miedo a la perdida de empleo por los avances tecnológicos no es nuevo. Nada nuevo bajo el Sol dice la Biblia. Cada revolución industrial ha traído oleadas de pánico. Los telares mecánicos produjeron grupos como el ludismo. Con violencia, estos individuos trataban de destruir los nuevos telares por el miedo a la pérdida de empleo en la Inglaterra de comienzos del S.XIX.
Con los ordenadores o Internet, no se han destruido empleos en términos netos. Se han modificado. El sector tecnológico es el mayor del mundo. Hace 30 años no existía nada de lo que hoy domina el mundo y donde trabajan millones de personas. La IA no es distinto. Sí, seguro que miles, cientos de miles, o millones de personas nos quedaremos sin trabajo. Temporalmente… porque se generarán sectores nuevos. Sectores de la nada. No solo empleos, sino industrias enteras.
El procesamiento de datos, imágenes, atención básica al cliente, redacción de informes rutinarios, programación y un largo etcétera, desaparecerán o serán sustituidos en buena medida. Y surgirán nuevas oportunidades en programación, entrenamiento de modelos, ética de la IA y miles de cosas que ni soy capaz de imaginar. ¿Te imaginabas hace 10 años que las universidades estarían dando títulos ahora de IA? Supongo que no.
También yo soy un afortunado. Un administrativo, teleoperador, contable o, incluso un conductor, tienen la espada de Damocles mucho más inestable encima de su cabeza. Cuando tu trabajo lo haga bien la IA, más rápido, barato y sin vacaciones…
El problema de esto es que en España tenemos un mercado laboral muy rígido. Además, nuestro sistema no incentiva especialmente la formación continua ni la innovación. Es decir, el problema grande no es que tu trabajo lo reemplace la IA, sino que reconvertirse es muy difícil. El desempleo friccional (el que hay desde que dejas un trabajo hasta que encuentras el siguiente) es altísimo en España. En EE.UU. no es el mejor día del mes cuando te despiden, pero no es el drama de España.
Por tanto, la conclusión que saco de esto es que debemos flexibilizar nuestro mercado laboral para que ajuste del modo más rápido posible los enormes cambios que se nos vienen encima. Es normal tener miedo, pero si no tenemos el mercado laboral adaptado, el miedo será más fundado.
Hay que formase, siempre. Hay que especializarse. Hay que adoptar la IA, cuanto antes mejor. Y hay que presionar a los políticos para que no encorseten el mercado laboral, sino que lo flexibilicen. Por cierto, que en ciertos trabajos se persigue el uso de la IA todavía… No auguro nada bueno para esas compañías.
Total, que quizá nos quedemos sin trabajo. Pero el problema no es tanto ese como que no tengamos la estructura laboral para reconvertirnos pronto. Una vez más, nos encontramos con los políticos facilitando (es irónico, por si acaso) el camino.