También las empresas se han adentrado en la revolución verde. Un informe de Goldman Sachs dibuja los ocho valores con mayor proyección de capitalización bursátil, en el que sitúa a Iberdrola, catalogada de ‘supermajor’ europea del sector junto a Enel y la firma eólica danesa Orsted, y a Solaria entre los ‘players’ del sector con perspectivas de revalorización más favorables a lo largo de la década recién estrenada y que concluirá con el examen de las primeras metas parciales hacia las emisiones netas cero de CO2. 



La carrera de la sostenibilidad será una rivalidad por el cetro de las renovables en la que se podrá apreciar el músculo bursátil que adquieren las corporaciones energéticas durante la década que ahora se inicia, hasta culminar, en 2030, en la primera meta volante de objetivos sostenibles con vistas a lograr las emisiones netas cero de CO2, previstas para el ecuador de siglo. Al menos, en espacios geográficos como el europeo, que pretende convertirse en el primer continente libre de huella de carbono. Precisamente sobre el mercado interior, Goldman Sachs acaba de elaborar un informe sobre las empresas energéticas que, a juicio de sus analistas, están en disposición de registrar las mayores revalorizaciones bursátiles. Con varios billones de dólares de inversiones en juego y con proyectos de renovables y la inserción de las energías limpias en el mix energético en un punto candente. La revolución verde ha hecho emerger una nueva generación de majors energéticos que dominarán la industria y sobrepasarán a los gigantes del petróleo y del gas tanto en tamaño corporativo como en protagonismo en los mercados. Un cambio de tendencia -dicen en el banco de inversión americano- que ya se está produciendo, con recolocaciones de activos de carteras de inversión hacia valores con denominación verde. En 2020, el valor combinado del mercado de las tres supermajors europeas -la italiana Enel, la eólica danesa Orsted y la española Iberdrola- sobrepasaron conjunta la capitalización de Total, BP y Shell. El triunvirato verde subió de los 231.000 millones de euros (280.120 millones de dólares) y el vinculado a los carburantes fósiles se quedó en 214.000 millones de euros, unos 259.500 millones de dólares. 

Los players europeos también han consolidado su posición de dominio en sus plazas bursátiles domésticas, hasta contabilizar el 60% de la capitalización del mercado europeo del sector de las utilities. Bajo sus compromisos de alcanzar las emisiones netas cero de CO2 en las naciones en las que operan en el mundo. La palanca que les reportará “significativos retornos de beneficios” en el futuro, y que ya han quedado reflejados en sus cuentas de resultados. Pese a la volatilidad a flor de piel que se ha instalado en los mercados de capitales durante la Gran Pandemia, afirman los expertos de Goldman Sachs. Para los que los Campeones del Clima liderarán las ganancias en el sector lo que, unido a los recursos movilizados hacia la sostenibilidad por el European Green Deal, permitirán inversiones superiores a los 10 billones de euros (12,12 billones de dólares) en el mercado interior hasta 2050. Cantidad que supone la suma de los PIB, a precios corrientes, de Japón, Alemania, Reino Unido y Francia. O casi el tamaño de la economía china. “Por encima del 50% de los cálculos originales” realizados antes de la aprobación de los fondos europeos por parte del banco de inversión estadounidense. A lo que hay que unir la mejora tecnológica y las renovadas apuestas por el hidrógeno como fuente renovable, que ha entrado recientemente, pero de lleno, en la agenda energética europea. Y que añadirán otros 2 billones de euros (2,43 billones de dólares) hasta 2050. Además de “grandes inversiones adicionales” si se alcanza en el mercado interior el 55% de la reducción de emisiones en 2030, lo que requiere un incremento de demanda de tecnología sin huella de carbono o de los sistemas de captura de CO2 y se ponen en funcionamiento -por aceleración de los proyectos- infraestructuras limpias para que operen las majors del sector, afirma una nota a inversores de Goldman Sachs.    

El Acuerdo de París, al que se acaba de reincorporar EEUU, y su desafío de lograr un incremento de la temperatura media del planeta por debajo del 2%, también son un espaldarazo a los más de 14 billones de euros en los que están valoradas las actuales renovables y la red de inversiones energéticas, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Goldman Sachs estima que si los propósitos de inversión en infraestructuras limpias para el periodo 2021-50 siguen las rutas previstas, el capital requerido, a nivel mundial, se precisarán 40 billones de euros (48,52 billones de dólares), por encima de los 30 billones de euros que calcula la AIE. Vías por las que, sin embargo, podrán cuadriplicarse las aportaciones energética eólicas y solares anualmente y que supondrá el doble de los desembolsos actuales de capital, dice la nota del banco. 

En este contexto es en el que se mueven los players energéticos. Un panorama que, en el corto plazo, genera un crecimiento impredecible y unos notables gastos en bienes de capital con las consiguientes dudas de traslación en mayores beneficios. Si bien, en Goldman Sachs consideran que sólo las inversiones en capital para las actividades renovables podrían elevarse en un 325%, bajo el escenario verde de la UE, con una aceleración de los gastos en infraestructuras de más del 200%. Bajo cuyas directrices anticipan ganancias de casi dobles dígitos por acción (EPS) hasta 2030 para las majors verdes europeas. En concreto, del 9%. “Esperamos que estas compañías se erijan en estimuladores al resto de empresas del sector, de forma que la capitalización de todo el segmento siga una senda alcista”, consolide su crecimiento y reduzca su dependencia de las áreas de inversión realizadas a través de emisiones de bonos.  

En su lista de winners destacan a ocho corporaciones. Tres de ellas, renovables puras, según su terminología. Entre las que incluye a Solaria, además de a EDP Renovables y a Orsted. Además de cinco compañías con negocios integrados: la portuguesa EDP, la italiana Enel, Iberdrola , la escocesa SSE y la alemana RWE . A todas ellas les augura aumentos del Ebitda del 8% en los diez próximos años.