Eduardo Navarro, presidente y co-fundador de Crescenta y Urbanitae, relata que comenzó de becario en una empresa como ingeniero industrial, pero al mes decidió fundar su propia consultora, cuyo primer cliente fue esa misma empresa. Con el tiempo descubrió que podía no solo ayudar a mejorar compañías, sino también invertir en ellas: “Me di cuenta de que podía comprar empresas, transformarlas y venderlas”. A los 30 años levantó su primer fondo, Tandem, origen de Sherpa Capital.
Sherpa nació en 2007 y en 2010 adoptó su nombre actual. Durante la crisis se especializó en situaciones especiales. Navarro recuerda que “en España era un momento complicadísimo, pero conseguimos rescatar empresas que estaban a punto de desaparecer”. Uno de los casos más relevantes fue Indo, dedicada a lentes y al borde del cierre. “Nosotros la reestructuramos y conseguimos venderla a un fondo, que luego la vendió a Rodenstock”. Subraya que “el valor no se genera despidiendo empleados, sino haciendo crecer las empresas”.
Con los años, Sherpa pasó al private equity más tradicional, invirtiendo en compañías medianas con potencial. Navarro explica: “Lo importante es identificar sectores sólidos y empresas que, aunque atraviesen dificultades, tengan margen de mejora”.
Su percepción de la tecnología cambió: “Antes desconfiaba de Internet, ahora estoy convencido de su potencial”. Destaca que lo relevante es la escalabilidad.
Sobre su entrada en Endeavor, cuenta que fue junto a su socio en Crescenta, Ramiro. Tras presentar en Londres, fueron seleccionados: “Endeavor busca emprendedores que puedan multiplicar por diez sus compañías”. Afirma que Urbanitae y Crescenta encajan en ese perfil: la primera es “la mayor plataforma de inversión inmobiliaria de Europa” y la segunda “líder en inversión minorista en private equity en el sur de Europa”.
Ambos proyectos buscan democratizar la inversión. “En España hay poca educación financiera y pocas alternativas de inversión”. Urbanitae permite entrar desde 500 euros en proyectos inmobiliarios y Crescenta desde 10.000 euros en fondos de private equity. Navarro enfatiza: “Queremos que cualquiera pueda invertir como los ricos”. En Urbanitae, el ticket medio es de 3.000-4.000 euros. Señala que en bolsa “te subes a un tren”, mientras que en capital privado “equipos transforman empresas y crean valor”.
En cuanto a la inteligencia artificial, advierte: “La IA va a cambiar muchas cosas, pero los cambios tecnológicos no son tan rápidos como creemos”. Recuerda que internet o los smartphones tardaron décadas en adoptarse masivamente. Y avisa: “En inversión hay un comportamiento seguidista que provoca calentones de mercado. Las burbujas siempre acaban pasando factura”.
Finalmente, resume el propósito de sus proyectos: “Urbanitae y Crescenta permiten a los minoristas acceder a oportunidades de rentabilidad superior que antes eran exclusivas de grandes fortunas”.