La tasa de crecimiento anual compuesta en los últimos cinco años de la gestión activa sigue siendo más alta que la de la gestión pasiva, siendo de casi el 7,9%, en comparación con una tasa del 5,2% los activos de gestión pasivos.
A nivel europeo, el 80% de los activos gestionados de institucionales se realizaron a través de estrategias activas, Vs el 83% que representaban en 2017, lo que indica el terreno que están ganando las estrategias pasivas ante estos importantes inversores europeos.
La tasa de crecimiento de los activos institucionales gestionados vía estrategias pasivas en Europa en los últimos cinco años ha sido del 6,3% en comparación con el 7,5% para los activos de gestión activa.
Por otro lado, según el barómetro activo/pasivo de Morningstar, la tasa de éxito de los stock-pickers europeos es baja. Sólo 3 de las 49 categorías que examinaron durante la década hasta diciembre de 2018, los gestores activos superaron a sus índices pasivos, excepto aquellos gestores de mercados emergentes, donde la tasa de éxito fue algo más alta. Pero cabe recordar que 2018 fue un año muy peculiar, donde muchos de los activos financieros se correlacionaron, haciendo realmente difícil la gestión de gestores activos, llevando a muchos fondos a sufrir salidas importantes de flujos.
Pero ¿qué ha pasado en este primer trimestre? Si bien ha hemos estado hablando de los flujos en el mercado español según datos de Inverco, la tendencia en Europa es parecida. Según datos de Lipper, la salida de flujos no se ha logrado revertir, y los flujos netos de salida han alcanzados los 58.300 millones de euros en el trimestre, aún cuando los mercados se han comportando mucho mejor que la segunda mitad de 2018.
Sin embargo, viendo como fue el 1T19 en términos de rentabilidad, se nota una mejora significativa en la rentabilidad relativa a sus pares pasivos.
En el gráfico de la izquierda, únicamente el 8% de los fondos activos según la clasificación de Lipper Global Equity UK superó al fondo tracker de esta clasificación en 2018. Sin embargo, la cifra más que se triplica en el 1T19, con el 29% de los fondos activos superando a su comparable pasivo.
Mientras que para aquellos fondos con exposición a Europa ex UK, únicamente el 14% de los fondos activos batió a su tracker en 2018, pero en el 1T19 este porcentaje mejora hasta el 22%.
Cuando comparamos desempeños, es importante considerar el coste de oportunidad de invertir en vehículos pasivos (es decir, el posible rendimiento superior de un fondo activo sobre un par pasivo), lo que se observa en los gráficos de barras de la derecha. Así, en el 1T19 el fondo activo con mejor desempeño en la clasificación de Lipper Global Equity UK, superó a su tracker con 7,4 puntos porcentuales, mientras que en cuanto a fondos europeos ex UK la diferencia fue de 5,7 puntos porcentuales. Estos efectos a largo plazo son aún más evidentes cuando se compara el rendimiento de activos durante 3-5 años.
Con esto en mente, y como ya comentamos en el pasado artículo de ETFs de crecimiento, normalmente en entornos de ciclo tardío hay una rotación de los ETFs de momentum hacia acciones de alta capitalización, con altos ratios de valoración, escenario favorable para los stock-pickers.