La Fed se reúne este martes y miércoles en Washington. Un encuentro del Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos donde la unión no parece hacer la fuerza, porque existen discrepancias en su seno sobre la necesidad o no de tocar los tipos de interés actuales en Estados Unidos. De momento, todo parece indicar que ganarán los que encabeza Powell al menos en esta reunión del mes de julio. 

El mercado descuenta un mantenimiento de tipos, es decir una prolongación de la pausa, por lo que los tipos de interés en EE.UU. se quedarán en una horquilla entre el 4,25-4,50% en el que permanecen ahora mismo y del que no se han movido en lo que llevamos de año. 

Y lo hacen además en un contexto muy particular, y que, de este modo, no se había producido nunca. Hablamos de las presiones del presidente Trump para que rebaje, nada menos que en un punto los tipos de interés. Señor demasiado lento, es lo que mejor que llama al presidente de la Fed, Jerome Powell, mientras deja de lado la autonomía de la institución. 

La semana pasada se producía una visita y comparecencia ante los medio surrealista, ya que la última de Trump es buscar huecos en los sobrecostes de la reforma de los edificios de la Reserva Federal en Washington, con una comparecencia muy tensa y en la que incluso un apocado Powell no dudó en corregir los presuntos sobrecostes de los que hablaba el presidente americano. Todo un reflejo de las relaciones de Trump con el responsable de la Fed al que él mismo nombró en su primer mandato. 

Ahora parece que mientras busca sustituto a la vista de todos, no habrá 'despido' de Powell y que cumplirá su mandato que caduca en mayo de 2026. Pero las diferencias en el seno de la institución, ya son notorias, con integrantes del FOMC, como el gobernador Waller indicando que en este mes de julio ya se deberían ver bajadas de los tipos. 

No parece que sea así, y las alegaciones de Powell vendrán de la mano de sus reticencias a bajar tipos por factores relacionado con las presiones inflacionistas que antaño quebraron su credibilidad al no tomar en su justa medida lo que consideraba 'transitoria' inflación. Y aunque evita enfrentamientos con Trump, señala que el efecto de los aranceles, es decir de sus políticas, y la incertidumbre que presentan, es lo que evita un recorte de tipos. 

Pero en esta reunión de julio, sí parece que al menos, el sesgo de su comparecencia, cambiará frente a lo que hemos visto de Powell hasta ahora. Porque mercado y economía de EE.UU sí espera que los tipos empiecen a bajar en septiembre, con permiso de los precios y del mercado laboral, entre otros, visto además los acuerdos arancelarios que ya se van cerrando. 

Se espera por tanto un nuevo sesgo, ya que los mercados lo que esperan es la vuelta incluso de Jackson Hole: una bajada de tipos en el noveno mes del ejercicio de las dos que descuentan para todo el año.

Desde ING, sin embargo destacan que "actualmente, el mercado cree que la Fed podría estar en condiciones de recortar las tasas en septiembre, considerando 16 puntos básicos de un posible recorte de 25 puntos básicos. No estamos tan seguros. Dado que es probable que la inflación aumente debido a los aranceles en los próximos meses, es poco probable que obtengamos la confirmación de cifras de inflación intermensual más favorables hasta los informes de octubre y noviembre".

Y apostillan desde el banco holandés que "obviamente, esto ocurre después de las reuniones del FOMC de septiembre y octubre, por lo que necesitaríamos observar una debilidad significativa en el empleo para que se produzca un recorte de tasas para entonces. Hay pocas señales de que eso suceda por ahora."

Mientras, desde Allianz Global Investors señalan que "más allá de julio, el mercado apenas anticipa dos recortes de tipos antes de fin de año, en función de los datos de inflación que se conocerán en las próximas semanas. Sin embargo, de cara a la reunión de la Fed en septiembre, la presión política para reducir los tipos podría intensificarse, especialmente si la demanda del consumidor y el mercado laboral se debilitan más de lo previsto". 

Veremos a ver que pasa finalmente, pero de lo que estamos seguros es que el entorno de presión de la Casa Blanca, que ha hecho que incluso dos expresidentes de la Fed tan distantes en sus concepciones económicas como Ben Bernanke y Janet Yellen se unan en un artículo de opinión en The New York Times para refrendar la independencia de la institución de las injerencias políticas.