International Business Machines (IBM) presentó una caída en su nivel de ventas por noveno trimestre consecutivo, puesto que la demanda de hardware y servicios informáticos descendió, lo que subraya la urgencia de su plan para obtener más ingresos de nuevos negociosa través del cloud computing.

Los ingresos del segundo trimestre descendieron un 2% respecto al año anterior, hasta 24.400 millones de dólares, en comparación con los 24.100 millones de dólares que los estimaba el consenso de mercado. El beneficio operativo ajustado se elevó a 4,32 dólares por acción, lo que supone 1 centavo más alto que las previsiones del consenso de analistas, impulsado por la recompra de acciones y la reducción de costes.


La CEO de la compañía, Ginni Rometty, está apostando por que las empresas quieran almacenar sus datos y aplicaciones de software de forma remota, en la nube, y necesitan de IBM para ayudar a multitud de empresas por la cantidad de datos que están sumando.

En su discurso apuesta por la paciencia para los inversores, que de momento son atraídos por las recompras de acciones a la espera de un punto de inflexión en el que la nueva tecnología puede impulsar a la compañía en la dirección correcta.

En este sentido, los
Indicadores Premium de Estrategias de Inversión muestran que IBM se encuentra en fase de consolidación, mientras que recibe una puntuación de 7 puntos en una escala que oscila del 0 al 10.

Este análisis técnico pone de manifiesto que tanto la tendencia a medio como a largo plazo es mantiene alcista. Asimismo, el volumen a largo plazo es creciente y la volatilidad que presenta el activo es decreciente en el tiempo. Sin embargo, los únicos puntos negativos que destacan estos indicadores es que el momento total lento y el momento total rápido son negativos, además de que el volumen a medio plazo es decreciente.



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