IAG  es el farolillo rojo de la bolsa española con una caída que supera el 77% desde niveles de cinco euros hasta superar ligeramente el euro en la actualidad, con macroampliación de capital incluida ¿Cómo queda el valor en bolsa?

Sergio Ávila, analista de IG destaca que IAG “ se encuentra en una tendencia claramente bajista. Con muchas dificultades, porque si parecía que la primera ola del coronavirus teóricamente se había controlado, ahora tenemos una segunda ola que va a ser claramente definitiva para los sectores cíclicos y en especial para las aerolíneas. Cada vez hay más riesgo de un confinamiento completo”.

“Eso hace que la gente viaje menos, restringe los movimientos y además los usuarios consideran que están más seguros sin tomar un avión y esto impacta en su cotización. Además con la ampliación de capital ha habido una dilución sustancial, las acciones en circulación han crecido un 150% y por tanto eso hace más difícil recuperar parte de la inversión que alguien haya hecho en su momento (si no ha acudido a la ampliación)”. 

El experto de IG se pregunta ¿qué podemos esperar? y responde “me temo que poca cosa. De momento llevamos desde el día 21 de septiembre en un rango lateral en la zona entre los mínimos que lo han dejado en los 0,977 euros, ligeramente por debajo del euro y el máximo en 1,2120, con lo que tendencia claramente negativa y ahora mismo, el valor aguantando como puede en la lateralidad”.

Además Sergio Ávila admite que “lo más probable es que volvamos a los mínimos y sería muy negativo que se perdiera esa zona, porque nos estaría marcando la ruptura del rango lateral hacia la zona de los 0,73 euros. Lo veo complicado que se recupere, pero es cierto que si superase la parte de arriba, podría darle algo de alivio y pensar que pudiera recuperar algo, pero no para pensar en el largo plazo. Se trataría de avanzar con rebote hacia la zona de los 1,46 euros de superar, a cierre diario, la zona de los 1,2120, pero realmente es muy complicado y la situación que tenemos ahora vuelve a ser muy perjudicial para el sector”.     
 

 

María Mira, analista fundamental de Estrategias de Inversión considera que “IAG es, en mi opinión, el valor más impactado por la pandemia, lo ha sido desde el inicio, desde febrero y así lo ha visto y descontado el mercado. El valor ha perdido efectivamente 8.500 millones de € de capitalización desde diciembre de 2019, lo que supone un 60% de su valor y un 73% si el cálculo lo hacemos en dato interanual. 

Y no solo eso- añade la experta fundamental- sino que el Grupo pasa de tener 1,99 millones de acciones en el mercado a tener 4,97 millones. Y aún considerando la ampliación absolutamente necesaria para la supervivencia de la compañía, la dilución es fortísima. Además de un aumento del riesgo para IAG debido a la creciente volatilidad y la todavía elevadísima incertidumbre. Ha sido el primero en verse impactado y será el último en iniciar la recuperación”. 

El grupo de aerolíneas que integran Iberia y British Airways es la compañía que mejor ejemplifica el impacto de la pandemia en su mayor expresión. Reestructuración que pasa por ser más pequeña y eficiente, aunque con el lastre de los gastos fijos y coeficientes de ocupación del 39%. ¿Cómo será la nueva IAG tras la crisis sanitaria? ¿Cuál será su futuro?

“Efectivamente, señala María Mira, la nueva IAG será para empezar más pequeña, habrá menguado de forma muy destacable su negocio, su capacidad de rutas, vuelos, conexiones, flota, plantilla. Además de que tendrá un balance más débil. El grupo de aerolíneas tendrá que gestionar los ERTEs y negociar esos recortes con unos sindicatos que ya sabemos cómo pelean, siendo de los más duros del panorama empresarial y eso se traduce en gastos muy elevados de reestructuración de plantilla”. 

Afirma además que “el futuro inmediato es todavía muy negro para IAG y lo seguirá siendo en tanto no se consiga una vacunación efectiva a nivel internacional, que será la condición para que el sector de transporte aéreo empiece a ver la recuperación de la demanda sin sobresaltos”. 

Y apostilla que “una vez que se consiga ese punto y la demanda inicia la senda de la recuperación, IAG tendrá un futuro complejo, con gastos de reestructuración muy elevados y márgenes estrechos. Yo anticipo un largo periodo con presión en precios para arañar cuota de mercado e intentar mantener posiciones competitivas en el sector, lo que pesará sobre ingresos y márgenes. En síntesis, hasta 2023 como mínimo será un futuro de resistencia, de supervivencia y a partir de ahí, si la vacuna lo permite, será un futuro de dura reestructuración”. 

“De momento -señala Sergio Ávila – es complicado saber su futuro porque va a depender mucho de la evolución. Cuanto más tardemos en tener controlada la pandemia pues mayor probabilidad hay de salir tocado de la crisis, no ya ni tan siquiera planteando sus niveles anteriores sino una vez incluso reestructurada, con recorte de inversiones y un tamaño menor en su estructura general. De hecho el devenir de la empresa con cuota de ocupación que rozan solo el 40% no es positivo en ningún caso

IAG ¿Debe tener apoyo público? ¿Debería el Estado entrar en su accionariado a pesar de su compleja estructura y su carácter internacional?

“Aquí en España estamos siendo un poco lentos, dice Sergio Ávila,  en otros países han ido más rápido. Yo creo que se debe apoyar a la industria. De momento se ha tenido que buscar la vida de forma propia con esa ampliación de capital. Pero si a futuro la cosa va yendo a peor pues le puede costar más, que al resto de compañías que sí pueden recibir ayudas del Estado, más ayudas públicas”.  

Para el experto de IG “ la ayuda debería llegar de la Unión Europea para todas las compañías del sector. Es un sector estratégico y si quiebran las compañías después volver a crearlas es muy complejo, no es igual que otro tipo de negocio.” 

La analista fundamental de Ei define que “por una parte, el Estado en mi opinión deberá ayudar a IAG en la medida en que lo deberá hacer con el tejido empresarial español, para mantener a flote empresas fuertemente generadoras de empleo y directamente impactadas por el COVID-19”. 

“Y por otra parte- dice la experta- el Estado deberá ayudar a sostener un negocio considerado estratégico y precisamente calificado de “servicio público”. No hay más que recordar que la huelga encubierta de controladores aéreos de 2010 y cuyas sentencias han salido precisamente estos días, provocó que el Gobierno de Zapatero declarase por primera vez en España el estado de alarma durante 43 días, y el Gobierno aprobaba un real decreto ley que devolvía a AENA la gestión y el control del tráfico aéreo, en manos de los controladores desde 1999. Parece probado e incluso respaldado judicialmente, que el sector aéreo es un servicio público y por tanto el Gobierno deberá intervenir si IAG no puede garantizar su correcto funcionamiento en condiciones competitivas”.

Sigue en directo la cotización de IAG (Iberia)

“Por tanto- apostilla María Mira- sí creo que IAG debería tener apoyo público y la mejor forma parece entrando en su accionariado. Es decir, además de ayudas económicas, el Estado debería tener un control accionarial mínimo para gestionar el uso de esas ayudas y poder exigir resultados. Otra opción sería conceder ayudas al Grupo como han hecho otros gobiernos como Alemania e imponer condiciones como las impuestas a Lufthansa, (transferir a un competidor cada uno en los aeropuertos de Frankfurt y Munich hasta 24 derechos de despegue y aterrizaje (slots), es decir, tres derechos de despegue y tres derechos de aterrizaje por avión y día, para el estacionamiento de hasta cuatro aviones). 
Las posibilidades son variadas, pero sin duda la ayuda pública será necesaria”.

El efecto coronavirus abarca un sector que perderá este año del orden de 75.000 millones de euros por la caída a plomo del tráfico aéreo, con lo que IAG califica como la peor crisis que enfrenta la industria. ¿Cómo se ve IAG frente al resto de sus competidoras?  

 “La situación de negocio para las distintas aerolíneas no difiere mucho. Lufthansa por ejemplo, uno de los grandes competidores de IAG ha registrado pérdidas en su EBIT ajustado de hasta 4.161 millones de € de enero a septiembre, cash flow también en negativo para Lufthansa, -2.579 millones de € hasta septiembre, además de ver incrementada su deuda en un 34% hasta 8.930 millones de euros y lo que es más importante, espera una capacidad del 25% para el 4T20 frente al 50% que esperaba en su anterior previsión y frente al 30% que espera IAG”, atestigua María Mira. 

“El resto de grupos por tanto- destaca la analista-están también llevando a cabo reestructuraciones con reducción de flota, reducción de personal, reducción al máximo de salidas de efectivo. Por tanto, a nivel operativo y de resultados la situación de IAG está en línea con la de sus competidores, pésima”.

“Una diferencia importante- considera la experta fundamental- es que Lufthansa ha recibido ya un paquete de estabilización de 9.000 millones de € de Alemania, Suiza, Australia y Bélgica, de los que todavía quedan disponibles 6.300 millones de € e IAG ha buscado ayuda en sus accionistas, con la ampliación de capital”.

“IAG siempre ha sido una compañía potente dentro del sector- nos indica Sergio Ávila desde IG- era uno de los grandes estandartes del Ibex 35 antes de la pandemia. Es una compañía que siempre se ha considerado como de alto valor, creo que además por fundamentales estaría infravalorada en estos momentos. Yo creo que la posición que tiene es buena en el sector, aunque la situación ha ido a peor para todas “   

Acaba de presentar un avance de resultados, que completará este viernes, con caída de 8 de cada 10 euros en ingresos y pérdidas en el tercer trimestre de 1.300 millones, junto con la demora en obtener el equilibrio en sus flujos de caja. ¿Qué lectura tienen? ¿Habrá mejora antes en la última parte de 2020?

“En los resultados- analiza Sergio Ávila- se espera una pérdida de 31 céntimos de euro por acción cuando en el trimestre anterior tuvo 49 céntimos, con lo que sería un poco menos de pérdida que en el periodo anterior, pero seguiría siendo elevada. En el segundo trimestre la pérdida fue de 28 céntimos por acción y ahora se esperan 31 céntimos de caída. Estaríamos, por tanto, a pesar de las reaperturas volviendo a los niveles del primer impacto que tuvo la pandemia. 

“Han hecho una primera ampliación de capital que les pueda servir para aguantar con músculo financiero un año, esa es la clave, pero si el coronavirus sigue yendo a peor y no hay forma de solucionarlo, no es descartable que pudiera hacer una ampliación de capital adicional en el futuro viendo los resultados financieros tan negativos que estamos teniendo”. 

Para el experto de IG “ se espera una pérdida neta en 2020 de 5.466 millones de euros, que es increíble aunque se espera efectivamente que a partir de 2021 si la cosa va bien empiece a recuperar ingresos. Este año se prevén unos ingresos de 10.400 millones y la previsión es que para 2021 se eleven a 17.416 millones, pero todo esto puede volver a cambiar si volvemos a tener ese segundo impacto. La deuda ha aumentado ligeramente en 2020 hasta los 9.987 millones, se espera que pueda bajar en 2021 a medida que se vaya recuperando la actividad, pero el sector no ha evolucionado en línea con lo que inicialmente se esperaba”. 

A partir de 2022-2023, dice Sergio Ávila, se espera la vuelta a beneficio, dice el analista, pero para eso tiene que producirse una clara mejoría. Los insiders sí han comprado acciones de IAG, en una cuantía moderada, de forma que puede dar idea de que los propios directivos de la compañía sí creen en la recuperación. En los últimos seis, nueve meses, ha habido compras por valor de 438.600 acciones, en torno a 2,2 millones, pero nos puede dar una pista pensando que pueda ir bien en el futuro” .

Y termina el analista de IG su argumento indicando que “ahora mismo la capitalización es de 5.390 millones de euros y lo normal es que vaya cayendo y que se vaya reduciendo también con una empresa más pequeña. Cuanto más pequeña sea, no lo sabemos. Irá en función de la evolución de la pandemia, de los tratamientos y las vacunas. De momento todavía está algo lejos para poder plantearlo”.. 

María Mira de Ei nos indica que “las cuentas de IAG reflejan claramente el desplome del negocio, la estructura de fuertes gastos fijos y un balance reforzado momentáneamente con la ampliación de capital. No espero mejora para la última parte del año. Ya no la esperaba antes y ahora con la preocupante evolución de la pandemia, el estado de alarma en casi todos los mercados no hay cabida para el optimismo en el negocio aéreo. La propia IAG ha rebajado su previsión de capacidad de -46% a -60% en el cuarto trimestre de 2020, confirma que su punto de equilibrio de flujos de efectivo netos de las actividades de explotación se quedará lejos de alcanzar y la capacidad no será superior a un 30%”. 

“Por tanto, no, no habrá mejora ni en el corto ni en el medio plazo para las cuentas de IAG. Por el momento los datos de solvencia y liquidez son buenos, gracias a la liquidez que ya tenía y al aumento de capital. Pero esa capacidad de balance, con un negocio bloqueado tiene los trimestres contados”. 

“Si no hay ingresos- argumenta la analista de Ei- las arcas se vacían, todo tiene un límite temporal de aguante y el balance de IAG también. No hay más que ver la calidad de su deuda, la agencia de calificación crediticia S&P mantiene el rating en bono basura (BB) con perspectiva negativa para IAG. Será clave la duración de la pandemia, el tiempo que tardemos en tener vacunación efectiva y las ayudas públicas, para que las cuentas de IAG puedan empezar a recuperarse”. 

¿Qué significan los cambios en la cúpula de IAG, en especial el cambio de Alex Cruz por Sean Doyle al frente de British Airways, una de las primeras decisiones de calado tras la llegada de Luis Gallego desde Iberia a la dirección ejecutiva del grupo?

“Efectivamente- nos indica María Mira- desde la llegada de Luis Gallego se han producido varios y destacados cambios en la cúpula. Entiendo que con la llegada de un nuevo Consejero Delegado el resto de puestos de la cúpula se adaptan a su nueva forma de trabajar. Lo veo como una reestructuración en la toma de decisiones que viene derivada de la reestructuración del negocio, nuevo planteamiento de cara a un nuevo Plan Estratégico”.

“De momento no le está afectando, señala el analista de IG, es cierto que Luis Gallego lo hizo muy bien al frente de Iberia, en su momento. Quizá es una apuesta de un modelo más de “guerrillas” con ideas diferentes, con una empresa más pequeña, que cambia la forma en la que compites con el resto del sector”.

“¿Es suficiente eso para plantear que puede supone un giro en la cotización de las acciones? - pregunta Sergio Ávila- Pues de momento no porque no solo va a depender de los propios gestores, sino que dependerá de factores externos, de cómo evolucione el coronavirus en el futuro. Se puede intentar mayor agresividad en la gestión a la hora de buscar clientes, pero dependerá mucho de la marcha de la pandemia y de su efecto en la economía”.   

Air Europa, viabilidad y su rescate ¿Se integrará finalmente en el organigrama de IAG?¿Se materializará la compra?

La experta fundamental considera que “por una parte, el rescate de Air Europa, de una u otra forma es inevitable. Todo apunta a que perderá en torno a 500 millones de euros al cierre de 2020, con un patrimonio de 90 millones de €, sin ayudas la disolución sería inevitable.  Por tanto, siendo un sector estratégico y fuertemente generador de empleos el Estado a través de la SEPI tendrá que acudir al rescate, como finalmente va a hacer con esos 475 millones de euros que va a otorgar a la aerolínea. Otro tema es qué opciones hay para ese rescate y si en alguna de ellas entra IAG”. 

María Mira analiza que “Como el rescate se hace directamente en ayudas y éstas superan los 250 millones de euros, Bruselas tendría que dar el visto bueno y además habrá problemas con los competidores como Ryanair que ya ha dicho que recurrirá esas ayudas. Es cierto que otros grupos europeos han recibido ya ayudas muy superiores como el que hablábamos antes de Lufthansa o Air France-KLM, pero las condiciones son duras y difíciles para un Grupo como Air Europa”. 

Otra opción que plantea la analista de Ei es “el fondo de rescate aprobado por el Consejo de Ministros puede acudir al rescate de estas compañías a través de la compra de acciones, deuda o a través de cualquier otro instrumento convertible en capital. Esta última opción está considerada como último recurso, pero en mi opinión la SEPI podría rescatar tanto a Air Europa como a IAG de esta forma. Es decir, una opción que no descarto sería entrar en el capital de IAG y forzar de algún modo la integración de Air Europa. IAG conseguiría la integración de los negocios de Air Europa y la SEPI no solo rescataría esta aerolínea, sino que conseguiría entrar en el capital de un Grupo como IAG que es previsible que necesite también ayuda”. 

Y concluye que “En síntesis, creo que Air Europa tendrá que ser rescatado inevitablemente, como también ha visto conveniente la SEPI. Creo que IAG aprovechará ese rescate para integrarlo en su Grupo y el Estado creo que debería también aprovechar este movimiento para prepararse ante una previsible solicitud de ayuda por parte de IAG”.

¿Consideran IAG un valor con futuro a medio y largo plazo? ¿Volverá a ser una cotizada de referencia en el Ibex?

Sergio Ávila considera que “ si la crisis dura menos de lo que inicialmente se espera, aunque se espera lo contrario y si pudiese sortear, con la ampliación de capital que ha hecho la situación actual y sobrevivir, si llega una vacuna rápida, medicamentos para combatir el virus y que no lleguemos a la UCI y que la integremos con una letalidad menor como ha pasado con la gripe, eso podría hacer que la confianza de los ciudadanos se elevara y volviera a reanudarse la actividad en las aerolíneas. Pero mientras eso no ocurra, es muy complicado poder anticipar hoy si volverá a ser la compañía que fue”. 

Es muy difícil poder decir a día de hoy si puede volver a ser uno de los grandes del Ibex, ójala pueda, sería muy positivo, pero no pinta todo lo bien que nos gustaría para que vuelva a ser así” apostilla el analista de IG.

María Mira comenta que “sí creo que IAG va a seguir siendo un valor relevante en el mercado español y un valor con futuro. Pero yo diferenciaría por plazos. En un futuro a medio plazo lo veo como un valor muy volátil, resistiendo el temporal”. 

Y concluye la experta fundamental diciendo que “más a largo plazo volverá a recuperar su protagonismo y su posición en el mercado, pero eso no llegará hasta mínimo el 2023. Sin duda el punto de inflexión entre el medio y el largo plazo para IAG será la vacuna y la superación plena de la pandemia y ese será también el punto de inflexión entre ser un valor penalizado y volátil a recuperar su posición de valor de referencia”. 

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