Nos encontramos en un momento en que los excesos, sobre todo de valoración, hacen pensar en que las bolsas americanas - y más concretamente las tecnológicas - podrían estar en cierta burbuja. No estamos en una burbuja. Eso que vaya por delante. No hay indicadores claros sobre si nos vamos a estrellar. En algún momento caeremos, claro. Pero las cotizaciones pueden estar en máximos y ser sostenibles. De hecho, este año hemos tocado (en el S&P 500) 33 veces máximos históricos. Y el año pasado 57 veces. Si no invertiste el año pasado por ese miedo, lo que habrías perdido…
Para entender por qué los mercados están donde están, primero hay que responder a una pregunta clave: ¿sube la bolsa por una expansión de múltiplos —es decir, que los inversores están dispuestos a pagar más por cada dólar de beneficio— o porque efectivamente están creciendo los earnings per share (beneficios por acción en español)?, asegura Carlos Arenas, director de fondos de Estrategias de inversión. Ver:¿Burbuja?
Dentro del segmento de renta variable, Pablo Caballer, del Departamento de Cartera de inversión de Diverinvest estaría mirando “aquellos sectores que no sean cíclicos, en aquellas compañías que sean mega compañías y que sean las líderes del mercado. Antes comentaba Estados Unidos y el SP500, posicionarnos en esas compañías que han demostrado y están demostrando que son muy resilientes, bastante ajenas a lo que vaya pasando en el mundo, en el entorno macroeconómico y con una capacidad de reacción y de innovación espectacular que lo que consiguen entonces es que, a pesar de que vengan un año malo o unos meses malos, sean capaces de salir adelante pase lo que pase”. No te pierdas: Blindar carteras así: menos Europa, más Asia y tecnología
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A menudo, cuando se habla de Estados Unidos es inevitable hablar de las grandes tecnológicas que son la que más aportan a la rentabilidad total del índice. Sin embargo, cada vez hay más voces que miran a otro tipo de sectores dentro del segmento de las small y mid caps. Los inversores buscan en este segmento una mayor diversificación, potencial de crecimiento y exposición a tendencias más específicas, especialmente en un contexto de desaceleración económica, tipos de interés a la baja y valoraciones exigentes. Para analizar las oportunidades que ofrecen actualmente las pequeñas y medianas compañías, Estrategias de Inversión ha reunido a Victoria Torre, responsable de Oferta Digital en Self Bank, Carlos Aparicio, Managing Director para España y Portugal en MFS Investment Management; y Bruno Ruiz de Velasco, Senior Relationship Manager en T. Rowe Price.Ver: Small & Mid Caps: oportunidades en un mercado concentrado y con valoraciones exigentes.
Otra temática que está volviéndose estructural en las carteras es la del sector defensa. El cambio en el gasto militar europeo es fundamentalmente estructural, impulsado por una confluencia de factores que van más allá de las fluctuaciones temporales. La guerra en curso en Ucrania ha actuado sin duda como catalizador del aumento del gasto militar, pero también forma parte de una transformación más amplia del orden global, caracterizada por la creciente influencia de Estados Unidos y China como potencias dominantes. Este panorama geopolítico en constante evolución ha dejado a Europa con una sensación de mayor aislamiento que en el pasado, creando una necesidad apremiante de mejorar sus capacidades de defensa. “En consecuencia, creemos que el deseo y la necesidad de aumentar el gasto en defensa persistirán durante muchos años, reflejando un compromiso a largo plazo con la seguridad nacional y regional, más que una respuesta efímera a la coyuntura actual”, dice Stian Melhus Ueland - gestor del DNB European Defence Fund - DNB Asset Management.
Dentro del segmento de la renta fija, desde M&G, David Fancourt, gestor de high yield de la gestora prefiere “la deuda de mayor calidad frente a la de menor calidad, principalmente por el nivel en el que se encuentran los diferenciales. Ahora mismo los spreads entre emisiones con calificación single B y double B están bastante comprimidos, por lo que nos inclinamos hacia los double B. Hay sectores con una dispersión considerable, como el químico, que atraviesa ciertas tensiones debido a la debilidad de las economías y al incremento de la oferta desde China, lo que genera ganadores y perdedores dentro del mismo. Algo similar sucede con el sector del automóvil, muy expuesto a la aplicación de aranceles. Allí hemos encontrado oportunidades en emisores que se han visto castigados con fuertes ventas”. Te interesa: "Europa ofrece el mismo diferencial que EEUU pero con menor riesgo de crédito"
Aunque si se habla de oportunidad, la que ha dado el oro, que vuelve a cotizar en nuevos máximos históricos. Los bancos centrales, especialmente los de economías como China, India, Turquía, o Rusia, han multiplicado sus compras de oro. El oro no puede ser sancionado, congelado, ni manipulado por una decisión geopolítica. Porque no depende de la política fiscal de un gobierno extranjero. El oro no es el pasivo de nadie.
El dólar, en cambio, sí lo es. Un bono del Tesoro estadounidense no es más que una promesa de pago del gobierno de EE.UU. Y, aunque sea la economía más poderosa del mundo, su credibilidad se ha ido erosionando con déficits fiscales desbocados, e incluso amenazas de impago cada vez que se negocia el techo de deuda en el Congreso. Te interesa: El nuevo patrón oro silencioso.