En una conferencia con dos gestoras expertas de Capital Group, entre ellos Joyce E. Gordon (con casi 40 años de experiencia y 25 mercados bajistas) y Jody Johnson (con 31 años de experiencia y Principal Investment Officer del Fondo New Perspective), comentaron que algunos de los gestores habían puesto a trabajar parte de la liquidez que tenían en sus fondos. Sin embargo, Joyce comenta que ella aún mantiene un colchón importante de liquidez en torno al 10-20% pero también mantiene una “lista de compañías poco endeudadas, con atractivos dividendos, buen crecimiento de ingresos y beneficios”, con intensión de incluirlas en su cartera.

La caída del mercado (en torno al 35% en lo que llevaba a la semana pasada) ha sido la caída más abrupta y rápida, jamás vista. Ha sido global y nadie se ha salvado. Parte de la razón que fuera tan rápida es explicada por el nivel de “leverage” o apalancamiento de las apuestas de algunos hedge funds. No es un evento que tenga una analogía en otro periodo, ya que en este caso ha sido global y ha afectado a todas las industrias y todas las gamas de productos.

En 2008, al principio fue más al sector inmobiliario y financiero, y posteriormente se permeó a la economía.

Consideran que buena parte de la caída estaba recogida en precio. Sin embargo, es muy probable que se vean nuevos mínimos antes del repunte. Como ya sucedió anteriormente, como en el caso del TARP, que inicialmente empujó al mercado, para posteriormente volver a bajar hasta tocar fondo pasados algunos meses.

Es muy difícil aún saber la duración de este mercado bajista. Hay factores adicionales a los fundamentales en los precios. No parecen estar a favor de una caída mucho más pronunciada del 35%, pero algo adicional si antes de tocar fondo.

Ya hemos sobrepasado le mediana de caídas históricas, y el tiempo medio de recesión son 18 meses. Sin embargo, un cierre de la economía se traduce en un incremento acelerado en desempleo y una caída abrupta en PIB, y el mayor tiempo que se cierre la economía más se tardará en acelerarla después.

“Como gestores, estamos aprovechando la dislocación de precios en el mercado, para intentar mejorar aún más la composición de las carteras. Hemos vendidos valores que consideramos que tendrán mayores caídas y hemos comprado aquellos que han sido castigados sin justificación”, dijo Joyce Gordon.

Lo mejor es mantenerse invertido, porque es difícil para predecir cuando será el rebote del mercado. Y por ello, a pesar de estar viviendo momentos difíciles, lo mejor es mantenerse invertido sin perder los objetivos que nos habíamos marcado para el largo plazo.

Respecto a las multinacionales: a pesar de que en los pasados meses ha habido eventos que podrían haberles afectado severamente, no ha sido así. A excepción de las líneas aéreas, lo relacionado con viajes y el sector aéreo, las multinacionales cuentan con balances sólidos y flujos de caja libre, pero también acceso al crédito. El acceso a recursos, liquidez y flexibilidad es algo que les diferencia del resto de compañías. Algunas industrias se consolidarán, pero también les hará más fuertes.

“Un cambio que seguramente veremos, es el replanteamiento de la cadena de suministros, y su dependencia en China en particular.  Se ha visto ya en el sector tecnológico, pero se está comenzando a ver en el sector farmacéutico, componentes y partes que se hacen sólo en China, como mascarillas, material sanitario, respiradores, etc. Mucha industria local está re-asignando parte de su producción a su mercado local. Una especie de renacimiento industrial”, dijo Jody Jonsson.

Las compañías ahora buscarán eficiencia y resilencia. Aquellas compañías que se han hecho muy “delgadas” o eficientes, concentradas únicamente en maximizar los márgenes, sin mucha caja se dan cuenta que no han sido muy resilientes en el momento actual, y por tanto buscarán ser más flexible, contando con múltiples proveedores y localizaciones, que les haga tanto eficientes como resilientes.

Las empresas “aristócratas del dividendo”, son aquellas más defensivas, pero siempre hay excepciones como el sector energético, fuertemente golpeado por el mercado recientemente y era uno de los de mayor pago de dividendo.

Sin embargo, hay sectores que se han comportado muy bien, cuyos beneficios, y por tanto dividendos, tienden a mantenerse razonablemente sólidos aún en momentos difíciles, como consumo estable, sector salud, contratistas de defensa, que son empresas menos endeudadas:

Si una empresa paga dividendos a los accionistas, forja que la gestión sea más disciplinada y hace que se focalicen a aquellas funciones que son indispensables. Se están dando casos de compañías reduciendo, suspendiendo o eliminando dividendos como una medida conservadora para mantener liquidez, o bien por presión de las agencias crediticias o por de sus gobiernos. Tal es el caso del gobierno francés que ha pedido a las compañías no pagar dividendos.

Las gestoras hacen hincapié es que no han sido aquellas acciones baratas las que mejor se han mantenido, sino incluso comentan de casos concretos de empresas con estrechas valoraciones, pero cuyo desempeño ha sido de lo mejor, resultado a que la demanda de su producto es estable y su negocio es resiliente.

Capital Group está llevando a cabo una encuesta sobre los patrones de consumo actuales, lo que les está dando pistas sobre temas/tendencias de inversión.

Las gestoras comentan que consideran que las compañías se pueden clasificar en 3 segmentos:

  1. Compañías que no cambiarán y que de hecho se favorecen del entorno. Son empresas que componen una parte esencial de la cartera;
  2. Compañías severamente penalizadas inicialmente, pero que tienen balances sólidos, y que en el largo plazo recuperarán; y
  3. Compañías e industrias que estructuralmente han sido impactadas y que no tendrán ingresos por un tiempo

Tanto estas profesionales, como el resto de gestores y analistas siguen haciendo su trabajo y algo que les ayuda es: “Mantenemos la relación de muchos años con las compañías, lo que nos facilita información de primera mano para incluir en nuestros análisis fundamentales”.

 

Por último, recomiendan “decirles a sus inversores que están trabajando detrás del telón, ajustando los fondos al nuevo paradigma, y que no pierdan el objetivo de largo plazo”.