El fondo Carmignac Patrimoine, que es un fondo mixto que suma tres catalizadores de rentabilidad: renta fija, renta variable y divisas. El fondo invierte al menos un 50% del patrimonio en renta fija y monetarios, lo que hace que tenga una volatilidad moderada en torno al 5%.
Después de algo más de un año de la salida de Edouard Carmignac, el dúo de gestores actuales ha logrado una rentabilidad en este año en solitario del 10,55%, que lo posiciona en segundo cuartil por rentabilidad en relación a otros fondos mixtos moderados. Sin embargo, a nivel de máxima caída y desviación estándar se ubica en el primer cuartil, todo esto a un año.
A lo largo de este año, se observa que los gestores han aumentado significativamente el peso tanto en renta fija como variable, pasando de 30,02% y 28,07% respectivamente en diciembre de 2018, a 42,5% y 44,1% respectivamente, reduciendo de manera significativa el peso en liquidez y operaciones en derivados del 41,9% en 2018 a 13,4% al cierre de 2019.
Los gestores mantienen una volatilidad algo superior al 5%, pero una ratio de Sharpe interesante del 2,03%. Al ver el cuadro de contribución a la rentabilidad de diciembre, se observa que el mayor contribuidor fue la renta variable, seguido de derivados de divisas y derivados de renta variable. Sería ideal poder contar con esta información de todo el año. Morningstar le da dos estrella y rating neutral. Consideramos que es un fondo para mantenerlo monitorizado.
Por otro lado, el fondo Carmignac Securité, liderado por Keith Ney y Marie-Anne Allier, es un fondo de renta fija diversificada a corto plazo en euros. El fondo se posiciona por rentabilidad en el lugar 12 de 101 fondos de su categoría, mientras que, por máxima caída en el 19 a un año. Es un fondo que tanto a 1, 3 como 5 años se posiciona en primer cuartil por rentabilidad, con una combinación atractiva de rentabilidad riesgo. Cerró 2019 con una rentabilidad de 3,57% que es muy superior a la media de sus competidores y que su índice de referencia.
Durante este año, el fondo ha prácticamente duplicado el peso en deuda soberana de países emergentes y en deuda corporativa emergente, a costa de bajar peso en desarrollados. También cabe destacar el aumento de peso en activos monetarios.
El rating medio de la cartera es BBB, con un fuerte sesgo a deuda corporativa a tipo fijo (50,9% de los activos) y soberana a tipo fijo (29,3%).
Este fondo lo considero como un “building block” para una cartera diversificada, aportando esa parte más estable de la cartera.