José Luis Cava se pregunta si debemos temer una burbuja en el S&P 500 tras su reciente subida, aunque él afirma no tener miedo. Destaca que “prácticamente el 70% de las empresas han batido las expectativas” y que en un 80% de los casos han mejorado resultados, con una mejora media del 6,5%. Segundo, subraya que “el mercado de futuro sobre fondos federales considera que en el año 2025 va a haber más de dos recortes de tipos de interés”.
Más relevante aún es, según él, el aumento de liquidez impulsado por China: “China es una máquina de inyectar liquidez en el sistema” y “la M1 de China es prácticamente el doble de la de Estados Unidos”. Por eso, opina que con esta inyección de liquidez las bolsas no van a caer.
Apoyándose en la teoría cuantitativa del dinero, explica que el exceso de liquidez “va a una inflación en el precio de los activos financieros”, no en bienes y servicios. Por ello, defiende que “las bolsas, Bitcoin y oro tienen que subir”.
Cita también a los bancos centrales, que “no paran de comprar oro”, con un aumento del 40% respecto al promedio de 2001–2020. Añade que “el 95% de los banqueros centrales consultados consideran que van a seguir comprando oro en el año 2026”, y no bajo excusas geopolíticas, sino “porque sabes que estás inundando de moneda basura el sistema financiero”.
A su vez, se centra en la corrupción política. Defiende el uso del Bitcoin como medio de pago gubernamental, como en El Salvador, afirmando que “el gobierno cuando paga, paga utilizando Bitcoin”, lo que implica “transparencia absoluta”. Critica al FMI por oponerse con argumentos de inestabilidad financiera.
Se plantea qué pasaría si todos los pagos de la administración fueran en Bitcoin, si el registro mercantil tuviera digitalizado todas las empresas y pudiéramos ver quiénes son sus accionistas. Con eso, sostiene, “acabaríamos de raíz con la corrupción”.
Termina con Nancy Pelosi, a quien acusa de enriquecerse legalmente con información privilegiada. Propone que los parlamentarios “nos dijeran cuáles son sus intenciones de compra” y que sus operaciones fueran públicas. Concluye: “si Nancy Pelosi se ha hecho rica, nosotros los ciudadanos tendremos una posibilidad de hacernos ricos también”.