Recientemente los expertos de Natixis acaban de publicar una nota de estrategia que entre otras cosas  explica que aunque quizá no tiene sentido estar totalmente invertidos, lo cierto es que el efectivo no genera rentabilidad y que eso hay que tenerlo en cuenta, sobre todo cuando queremos optimizar los retornos.


Los gestores explican que “algo de cash quizá está bien, pero niveles excesivos de más de un 20% implican una apuesta muy bajista que tienen un coste de real” en nuestras carteras. Por eso aseguran que “la idea es poner algo de liquidez a trabajar si se tiene demasiada con el objetivio de hacer que nuestra cartera gane algunas eficiencias”.


¿Con qué tipo de producto? En la gestora francesa optan por varias fórmulas que se traducirían en:

1- Crédito: “Con la mayor parte de la renta variable bien valorada a nivel global (hablando en general), y los bonos de alta calidad con una rentabilidad casi cero, una de las partes más barata de los mercados de capitales es el crédito, especificamente el high yield o los créditos bancarios”.

Apuntan que los spreads son actractivos, aunque hay que tener en cuenta que el riesgo del crédito es elevado debido a la “carnicería” en el sector de la energía, donde está aumentando el porcentaje de impagos, unido a los temores de una posible recesión.

Aunque consideran los analistas que no se trata de una apuesta que haya que hacer de forma general, lo cierto es que creen que merece la pena echarle un vistazo.

2- TIPS (o Treasury Inflation Protected Securities): Explican que “Si odian los bonos de alta calidad, o los bonos soberanos sin rentabilidad, ¿qué le parecerían los bonos del tesoro protegidos de la inflación?”  En su opinión, aunque “los programas de expansión cuantitativa (QE) de los distintos bancos centrales del mundo no han creado todavía inflación”, estos títulos serían una buena opción en el merdio y largo plazo, sobre todo para protegernos de posibles repuntes en los precios.



3- Oro: En la entidad francesa son claros y sinceros, “no tenemos ni idea de si el oro subirá o bajará, al igual que no la tiene nadie más”. Sin embargo apuntan que “sin embargo el oro tiene algunas propiedades en la asignación de activos de las que los inversores podrían aprovecharse”, apuntan.
 
En su opinión, se trata de uno de los pocos activos que pueden beneficiarse tanto de las presiones inflacionarias, como deflacionarias. Es decir, explican que en el largo plazo sirve para protegernos de los temores de los incrementos de los precios que podríamos sufrir. Además, en su opinión, puede servir como activo refugio en momentos de crisis que nos permite balancear las pérdidas de otros activos de riesgo.  Con todo, apuntan en la gestora que en el oro, como con otros activos, la moderación es la clave cuando introducimos oro en nuestras carteras.
 
En Natixis, además, recomiendan utilizar estos momentos de incertidumbre en los mercados para hacernos algunas preguntas. La más importante es “¿es mi asignación de activos es coherente con mi tolerancia al riesgo y puede ofrecerme los objetivos de rentabilidad que tengo impuestos a largo plazo?”.
 
Ellos creen que no es nada malo tener algo de efectivo, pero eso sí, apuntan que es neceario que nos demos cuenta que eso nos puede reducir la rentabilidad de nuestra cartera en el largo plazo.