No hay que esperar que los temas claves tengan resultados en uno o dos años, sino que son áreas que se desarrollarán y darán fruto a lo largo de varios años.
La inversión temática se centra en tendencias potentes a nivel mundial y a largo plazo, que están transformando el mundo que conocemos, y creando un abanico de oportunidades de inversión. La inversión temática es una estrategia que busca alinear la selección de activos con ciertos temas sociales, económicos o corporativos que prevalecen en la sociedad Algunos de los temas de inversión más comunes hoy en día se centran en la sostenibilidad ambiental, la demográficas y el progreso/disrupción tecnológica, y los inversores que siguen un enfoque temático seleccionarían fondos que reflejaran estos temas.
Este tipo de inversión prospectiva intenta resolver desequilibrios que imperan en el mundo actual, y que por tanto crea oportunidades de inversión y crecimiento que aún no se han visto reflejadas, del todo, en el precio de las acciones.
En los últimos años, la inversión temática ha crecido en popularidad gracias en parte al crecimiento de los ETF Smart beta y la llamada inversión por factores.
Una de las fortalezas clave de la inversión temática es que está mucho más concentrada en comparación con las estrategias de fondos regulares o pasivos. Se centra en una selección mucho más pequeña de acciones para capitalizar una tendencia de crecimiento futuro. En contraparte, uno de los riesgos más comunes asociados con esta estrategia es seleccionar un tema que no funcione como se esperaba. Invertir para el futuro, basado en información pasada, no siempre produce resultados positivos. Por esta razón, las carteras concentradas asumen mayores riesgos a la baja. Un ejemplo reciente es el impacto que las elecciones presidenciales en EE.UU. puedan tener en el sector farmacéutico, como ya lo hiciera en 2016 cuando Trump habló de reducir los precios de los medicamentos.
Los inversores que estén pensando poner su dinero en fondos temáticos tienen que analizar cuidadosamente si esa estrategia o conjunto de estrategias en el fondo se alinea con sus propias creencias, pero además si coincide con su plan de inversión general. Un fondo muy diversificado puede contar con un adecuado equilibrio entre rentabilidad y riesgo, pareciéndose más al mercado de valores en general, pero favoreciendo a las empresas que se alinean con valores específicos. Por otro lado, un fondo temático más concentrado o definido puede ser más apropiado para usarlo como uno de los “building blocks” que formen parte de una cartera.
Un inversor individual puede agregar un pequeño número de acciones relacionadas con un tema a su cartera, pero invertir en muy pocas acciones puede agregar un riesgo adicional, ya que no todas las empresas se benefician por igual de su conexión con un tema específico. Los fondos temáticos también permiten a los inversores diversificar su inversión en un tema.
La mayoría de las grandes gestoras tienen fondos temáticos, tanto de gestión activa como pasiva. BlackRock cuenta con dos fondos de gestión activa y 11 ETF que se comercializan en España, considerando las cinco megatendencias a las que hacen referencia en su web, se verán los principales ETFs (por magnitud de activos gestionados).
- iShares Automation & Robotics: este ETF está compuesto por compañías mundiales que desarrollan tecnología en los ámbitos de automatización y robótica. Por activos gestionados el mas grande de los 11 ETFs, superando los 2.306 millones de dólares. Tiene un TER (Total expense ratio o gastos totales) de 0,4%. Cuenta con algo más de 3 años de historia, en dos de ellos las rentabilidades han sido positivas y de doble dígito, pero en 2018 sufrió la correlación del mercado, cayendo un 18,02%. Desde su lanzamiento (8/sep/2016) alcanza una rentabilidad acumulada del 70,94%, mientras que su índice de referencia es algo inferior al 72%.
Este ETF compara algo peor que otros de del sector tecnológico. Según últimos datos (31/dic/2019) está integrado por 132 posiciones, mientras que las 10 principales representan el 12,24% de la cartera, siendo 3 japonesas, una taiwanesa, otra china y el resto norteamericanas. En cuanto a divisa, fuerte exposición a dólar norteamericano, y yen japonés.
- iShares Global Water: este es uno de los ETFs temáticos más antiguos (se lanzó en 2007) y el segundo más grande de esta gestora, con unos activos que superan los 1.000 millones de dólares. Además, es un 5 estrella Morningstar. El fondo pretende replicar la rentabilidad del índice S&P Global Water Net Total Return, compuesto por 50 de las compañías globales ampliamente diversificadas y relacionadas con actividades relativas al agua. con un TER (Total expense ratio o gastos totales) de 0,65% y tiene un reparto de dividendo semestral. Tiene una rentabilidad algo más discreta que el anterior, tanto al alza como en las caídas, por tanto, es algo más defensivo, con una volatilidad del 11,29% y similar beta. Acumula una rentabilidad del 145,48% en sus casi 13 años de historia.
Al igual que el anterior, casi el 50% de la cartera está expuesta a EE.UU., un 14% en Reino Unido, y algo más del 7% en Francia y Suiza. En cuanto a exposición por sectores, el de servicios e industriales conforman casi el 85% de la cartera, con tecnología y salud otro 10%.
- iShares Digitalisation: es el tercer más grande, aunque sus activos son mucho menores que los anteriores, en torno a 523 millones de dólares, con un poco más de 3 años desde su lanzamiento (sept. 2016). Tiene un TER similar al primero (0,4%) y es rebalanceado de manera anual. Como su nombre lo dice, invierte en compañías tanto de mercados desarrollados como emergentes, que ofrecen servicios centrados en lo digital. Tiene una volatilidad similar al anterior (13%) e igual beta. En 2018 cayó menos que cualquier a de los anteriores. La rentabilidad acumulada desde su lanzamiento es del 42,5%. Morningstar le otorga 2 estrellas y un ratio de sostenibilidad medio.
La cartera está compuesta por 150 posiciones, y dentro de sus 10 mayores posiciones (que representan c. 22% del patrimonio) destacan dos empresas brasileñas, una coreana, una portuguesa y una australiana. Tiene una alta exposición a dólar norteamericano, yen japonés, euro y algunas divisas emergentes.
Tiene una beta (en relación a iSTOXX FactSet Automation & Robotics Index) de 0,998 y una volatilidad alta del 19,4%.
Cualquiera de las tres opciones es atractiva, pero para un inversor algo más adverso al riesgo, sería recomendable aquel con menor volatilidad, es decir, el segundo y siendo consciente de que se trata de una inversión en renta variable. por lo que es a Largo plazo. La inversión en megatendencias o inversión temática es menos cíclica. Las tendencias o temáticas son parte de la vida cotidiana por lo que son sencillamente reconocibles, fáciles de entender y relacionar, con un crecimiento esperado significativamente alto.