Pues bien, se ha demostrado que el reforzamiento intermitente es mucho más adictivo que el reforzamiento continuo (situación en la que uno siempre gana o pierde).

Sí. La bolsa es un juego. Y diría más…. Es un juego de azar en la medida en que uno no puede adivinar lo que va ocurrir en los mercados en las próximas horas o en los próximos días. Los buenos traders admiten que es imposible prever lo que harán las cotizaciones
. No pueden asegurar que una operación acabará en ganancias. Pueden limitar las pérdidas eso sí, pero no pueden saber de antemano si acabarán ganando o perdiendo dinero.
Sí. La bolsa es un juego de azar, pero no un juego de azar cualquiera. No es como la primitiva o la bonoloto, en la que el jugador debe asumir pasivamente el resultado. Es un juego en el que uno de alguna forma puede controlar el resultado. A lo mejor uno puede controlar el resultado de una jugada en particular, pero sí el resultado global de un gran número de jugadas.

La bolsa es, en definitiva, un juego de estadísticas. Es una frase que hemos oído muchas veces, pero a la que no se suele dar una utilidad práctica concreta. ¿Cómo sacarle partido a las estadísticas? Pongamos el caso del IBEX que ayer (martes 23 de abril) terminó con una ganancia de más del 3%. Podríamos hacernos la siguiente pregunta: ¿qué ocurre después de una fuerte subida? ¿Cómo se comporta el índice después de una fuerte subida? ¿Corrige o sigue subiendo? Y es ahí donde entra en juego las estadísticas.

Si analizamos las últimas 500 sesiones del IBEX encontraremos 63 días en el que el índice ha cerrado con una ganancia de al menos el 2%. ¿Qué ha ocurrido al día siguiente? Pues en el día siguiente a esos 63 días la rentabilidad media obtenida por el IBEX fue del 0,51% frente a una rentabilidad media del -0,03% para el universo completo de los 500 días de la muestra.