Si bien 2020 ha sido el año del Covid (y así lo demuestra el buscador de Google), el 2021 (de momento) es será el año de las “vacunas”. Sin embargo, hay otros factores que podrían generar un camino potencialmente más estable para los mercados:

  • Compromiso de los Bancos Centrales por utilizar las municiones de tipos cero y políticas fiscales que permitir que la economía sobrepase los índices de inflación
  • Un entorno global más estable para que los mercados optimicen su crecimiento estructural

No obstante, la gestora comenta que aún hay un alto nivel de incertidumbre en 2021, con una deuda gubernamental y empresarial creciente, y temas por ver en cuanto a la distribución de las vacunas, así como algunos temas geopolíticos. El crecimiento global sigue siendo la fuente más probable de disrupción para los mercados el año entrante.

Sin embargo, la DIVERSIFICACIÓN sigue siendo la clave para poder sortear la volatilidad que imperará en los mercados, aunado a una gestión activa que seleccione la calidad y gestione el riesgo.

En 2020 ha habido claros ganadores y perdedores, que se podría dar la vuelta en 2021:

Una rotación completa de las acciones tecnológicas y mega cap de los EE.UU. es difícil que se dé. Es de esperar una primera mitad del año con los mercados norteamericanos manteniendo un buen desempeño. Mientras que Europa, que se ha quedado rezagada en 2020 ante los bloqueos establecidos en muchos países, el regreso a una eventual normalidad hace que las perspectivas sean de fuertes ganancias, sobre todo, por una mayor ponderación a empresas de valor. Las economías asiáticas, ya aprendidas a convivir con el Covid, serán los que menos potencial de alza tendrán tras el lanzamiento de la vacuna, al haberse adelantado ya los mercados. El resto de emergentes, a excepción de los productores de la vacuna como Rusia y China, no han podido asegurar el suministro, con lo que se espera que la normalización de su actividad sea a finales de 2021.

Es de esperar una rotación a valor, sectores cíclicos y small caps tanto por su valoración como por tener una mayor sensibilidad a una recuperación económica.

Con unos bancos centrales manteniendo tipos cercanos a cero, la presión al alza surgirá en la parte larga de la curva, que también es algo positivo para las acciones valor.

Además de la diversificación, es aconsejable la PRECAUCIÓN o CAUTELA, ya que las cicatrices del Covid-19 son muchas y variadas. Hay valoraciones ya muy estrechas y otras con amplio margen para ganancias en sectores, estilos y mercados. Es indispensable la adecuada y minuciosa selección de las “buenas” compañías, con lo que la gestión activa es el tema del 2021. La CALIDAD es lo que primará.

El coste real de la monetización de la deuda y la sobre estimulación de la economía es la inflación, quedando consistentemente por debajo de los objetivos políticos. Aún cuando Principal espera una recuperación en 2021, consideran que estará lejos de aquellos niveles que fuercen un cambio de sentido en la política monetaria debido a los altos niveles de deuda de algunas regiones:

¿Pero donde está esta deuda? Tanto Estados Unidos como China han adoptado modelos de crecimiento financiados con deuda. En China, la relación de deuda/PIB pasó del 139% en 2007 a 300% en 2019, donde la deuda corporativa pasó del 101% al 205%.

 En el caso de los EE.UU, desde finales de 2007 la expansión fue en la deuda federal (+223%), corporativa (+68%), con crecimientos superiores que el PIB (+47%). En contraste, el endeudamiento de las familias (+13%) y de los estados y gobiernos locales (+12%) creció modestamente, lo que generó que en relación con el PIB bajara, encontrándose ahora en una mejor posición y con fuerza para consumir.

Principal Global Investors espera que tanto la Reserva Federal, el BCE y el Banco de Japón sigan absorbiendo cantidades significativas de la deuda soberana y privada para mitigar el estrés de mercado.

Para el inversor los riesgos serían: el endurecimiento prematuro de las políticas, retrasos en la distribución de las vacunas y nuevos desafíos geopolíticos que pongan en peligro la recuperación económica y las perspectivas de la deuda. Sin embargo, sus analistas/gestores son optimistas para el 2021. Y considerando el potencial de inversión de los cambios demográficos,  su alta contribución al PIB global, la depreciación que han estados sus divisas y sus atractivas valoraciones son positivos en emergentes y activos con riesgo, tanto cíclicos como seculares: