Tras el brexit, el oro volvió a actuar como valor refugio y ha vuelto a subir acumulando en lo que va de año alzas de casi al 25%. Según Ole Hansen, el experto de la entidad  “el soporte del oro fue fuerte incluso antes de la votación del brexit y la corrección larga que se vio en mayo se detuvo poco antes de romper el soporte crítico en los 1.200 dólares /onza. Mientras los traders tácticos, como hedge funds y CTAs, reaccionaron reduciendo su exposición alcista durante la liquidación de mayo, los inversores en fondos negociados en bolsa respaldados por oro continuaron acumulando.
 

En su opinión “la continua acumulación de este grupo de inversores ha estado cada vez más liderada por la necesidad de diversificar las carteras”, sobre todo en un entorno de bajos tipos de interés en el que la búsqueda de rentabilidad se ha convertido en el principal leit motiv de los inversores.
 
De acuerdo con Hansen “la mayor incertidumbre de la votación del Brexit ayudó a llevar al oro fuertemente al alza. Como consecuencia, hemos visto el suelo en el precio y, tras un período de consolidación en el que los hedge funds con una posición larga neta récord se pusieron cómodos, vemos que la posibilidad de una recuperación del oro se extiende hacia el máximo de 2014 en 1.400 dólares por onza”.
 
Por su parte, en la firma consideran que la recuperación del precio del petróleo que consiguió apartar los precios de la cota inferior a 30 dólares el barril hasta superar el nivel de 50 dólares no va a ser tan prolongada. Es más, esperan que los precios se estabilicen entre 45 y 50 dólares, aunque esto no tiene por qué ser negativo.
 

De acuerdo con este analista “un precio más bajo del crudo ayudará a mantener el proceso de reequilibrio retrasando los planes de inversión de los productores de alto coste, especialmente en EE.UU. Frente a ello, vemos que el riesgo de crecimiento de la demanda se verá perjudicado y esto, junto con la emergente subida del dólar perjudicial para el mercado, podría dejar a los mercados de crudo expuestos a una mayor debilidad durante el tercer trimestre”.
 
Sin embargo señala las consecuencias negativas que podría tener para algunos inversores y apuntan que “la continua exposición alcista del petróleo mantenida por los hedge funds. Las posiciones largas netas combinadas de crudo Brent y WTI alcanzaron un récord de 650 millones de barriles en abril y, desde entonces, solo se redujeron un 10%. Cualquier reducción a gran escala podría tener un impacto negativo importante en el petróleo”.
 
Alerta que “estos son riesgos externos para nuestra constante opinión sobre el petróleo de mantenerse entre los 45 dólares/barril y los 50 dólares durante los próximos meses. No obstante, dada la incertidumbre desencadenada por el Brexit y el potencial de una posible fortalezca del dólar, vemos que el riesgo se inclina a la baja con un potencial alcista limitado por encima de los 50 dólares/barril durante este trimestre”.