La mayoría de los inversores que utilizan la renta fija para reducir el riesgo de su cartera deben tener en cuenta que la renta fija fluctúa y dependiendo del subyacente puede tener mayor o menor riesgo, y por tanto mayores o menores rentabilidades.

Los bonos HY o de alto rendimiento tienen calificaciones crediticias por debajo del grado de inversión y ofrecen rentabilidad más alta para compensar el riesgo adicional. En promedio, estos bonos han superado a los valores de renta fija de mayor calidad crediticia, comportándose como un híbrido entre acciones y bonos, siendo una parte casi indispensable en las carteras de inversión.

Si bien, los bonos HY tienen periodos de rentabilidad similar a bonos y renta variable, el estudio de Vanguard sugiere que su impacto es más benéfico cuando se agrupan en la asignación de renta variable en lugar de renta fija, ya que de lo contrario introducirían demasiado riesgo a la cartera.

Tras el buen desempeño en el año, ¿tiene sentido seguir invirtiendo en HY?

Desde la crisis financiera global  (GFC) del 2008, los tipos de interés se ubican en mínimos históricos y con las recientes intervenciones de los diferentes bancos centrales para paliar los efectos económico-financieros de la pandemia del 2020 que han seguido presionando los tipos de interés incluso de países emergentes, pues los resultados son una búsqueda de yield o rentabilidad por parte de los inversores y por tanto, una mayor asunción de riesgo, incluso de los más conservadores, elevando aún más el interés en este tipo de activos.

Incluso, los inversores que invirtieron en bonos de alto rendimiento entre el 30 de marzo y el 31 de agosto de 2020 generaron un rendimiento superior al 18%, resultado del incremento de precio.

Sin embargo, la afluencia de capital ha reducido las rentabilidades de estos activos y el riesgo aumentó con la segunda ola de la pandemia elevando así su riesgo, debido a expectativas de un incremento de las tasas de default o impago. Este riesgo se mide con el diferencial entre la tasa libre de riesgo y el spread de del bono (OAS), y que en la crisis del Covid-19 tuvo un repunte importante, aunque menor que el observado en la GFC.

¿Cómo invertir en estos bonos y que alternativas hay?

Para invertir en este tipo de activos lo más recomendable es hacerlo vía fondos. Y por lo general, es mejor hacerlo vía fondos de gestión activa, en donde el equipo gestor realizará un análisis exhaustivo de los emisores de esos bonos, la calidad crediticia y seleccionará aquellos en donde encuentre más valor y que potencien la rentabilidad, a diferencia de los fondos pasivos que invierten indiscriminadamente.

También entran otras consideraciones a tener en cuenta por el inversor. Es decir si quiere fondos que sólo inviertan en HY americano, europeo, emergente o asiático. O bien, aquellos que busquen la diversificación, que en nuestro punto de vista es lo más aconsejado, ya que dejamos de mano del equipo gestor la correcta sobreponderación/infraponderación de aquellas zonas donde no ve potencial de beneficios dependiendo del momento.

Es por ello que en esta nota se destacarán aquellos fondos de renta fija de alto rendimiento global.

El fondo Bluebay Global High Yield cuenta con una antigüedad de 8 años y por Justin Jewell (rating A de Citywire) y por Andrzej Skiba (rating AA) y que se posiciona tanto a 1, 3 y 5 años en las primeras posiciones de los casi 80 fondos comparables de Citywire, al mostrar una atractiva combinación riesgo/rendimiento:  

La cartera tiene una duración modificada de 3,99 con un vencimiento efectivo de 6,13 y un rating medio crediticio B y un cupón ponderado de 6,41%.