Pablo García, director general de Divacons Alphavalue considera que a pesar del "cóctel" de desafíos que incluyen tensiones geopolíticas entre Rusia, Polonia y la OTAN, la inflación en Estados Unidos y las decisiones del Banco Central Europeo, el mercado mantiene un optimismo notable, impulsado por un exceso de liquidez y los sólidos resultados empresariales del segundo trimestre.

Señala que las compañías norteamericanas, en particular, están generando grandes beneficios, con un crecimiento del 13.2% en el segundo trimestre y una proyección del 8.4% para el tercer trimestre. Europa también muestra una mejora, aunque más modesta, con un crecimiento del 1,1%.

Un factor clave que impulsa el mercado es el auge de la inteligencia artificial. García señaló que todo lo relacionado con la IA está experimentando un crecimiento exponencial, con empresas como Oracle viendo aumentos significativos en sus acciones, a pesar de resultados fiscales mediocres. Esto se atribuye a los extraordinarios pedidos en el sector de la nube y la inteligencia artificial, lo que indica una fuerte inversión en centros de datos. Aunque existe el riesgo de una "exuberancia irracional" similar a burbujas pasadas, la tecnología sigue siendo un motor fundamental para el mercado.

A la hora de invertir, se decanta por compañías con potencial de valoración y "momentum", lo que los ha llevado a mantener una posición larga en tecnología norteamericana, incluyendo empresas como Palantir, Microsoft y Alphabet-A.

También han mantenido una posición en el sector bancario, aunque con un peso ligeramente reducido debido a las expectativas de un cambio en los bancos europeos para el tercer trimestre.

Un sector emergente en su radar es el de Metales y Minas, que ha mostrado un buen desempeño en Europa, impulsado por el debilitamiento del dólar, la recuperación de China y movimientos de fusiones y adquisiciones en el sector.

En cuanto a los catalizadores para lo que queda de año, señala que lo marcará el ritmo de las decisiones de la Reserva Federal y la evolución de la inflación, mientras que los datos de empleo serán cruciales. Advirtió que, si bien no se espera una estanflación, un crecimiento económico desacelerado junto con un repunte de la inflación complicaría las decisiones monetarias. El dato de inflación actual es una "patata caliente" que determinará si los mercados se toman un respiro o reaccionan negativamente si el dato es peor de lo esperado, lo que podría limitar la capacidad de la Fed para recortar las tasas rápidamente.