Nyesa Valores y todas sus vueltas de tuerca no logran parar la sangría del valor. Ni tan siquiera a golpe de volatilidad absoluta, con la que se mueve estos días en el Mercado Continuo español. Con volúmenes de negocio desorbitados, moviendo más de 83 millones de acciones y porcentajes muy fuera de la media.

Recordemos además que el escaso valor de sus acciones, de apenas unos céntimos, propicia en especial estos movimientos claramente especulativos, que en nada benefician ni a los accionistas ni al valor. De esta forma Nyesa vuelve a mostrar en su cotización niveles no registrados desde el primer día de febrero, en la parte baja de su cotización anual.

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A pesar de ello, en lo que llevamos de año el valor mantiene avances del 19% muy lejos de los más cercanos al 100% que llegó a manejar, en especial tras la reestructuración de su deuda. De hecho, en las últimas 20 sesiones el valor pierde un 15% mientras que desde que comenzara julio cede por encima del doble dígito.  En lo que llevamos de año, desde el pasado 4 de enero el valor gana como decimos, ligeramente por encima del 19%.

Según los indicadores técnicos de Estrategias de Inversión, Nyesa, en modo bajista, presenta un radical cambio en los parámetros premium con un recorte de 0,5 puntos hasta los 2 de los 10 puntos totales. En positivo se encuentra el volumen a largo plazo, para el valor que es creciente y el rango de amplitud, a medio y largo plazo que se muestra decreciente.

El resto en negativo, con tendencia bajista en sus dos vertientes tanto a medio como a largo plazo para Nyesa. El momento total, lento y rápido es negativo para el valor, mientras que el volumen a medio plazo es decreciente.

De momento, una vez reestructurada su deuda, en una compleja operación que ha contado con la adhesión del 60% de sus acreedores y que le llevó a subir en bolsa en los meses centrales de lo que llevamos de 2021, con importantes quitas y pagos a 10 años vista, el valor se veía apoyado con sus nuevas operaciones.

Tras abandonar finalmente la idea de presentar una OPA sobre Iffe Futura, ante el estudio de sus libros, la compañía se centra en su horizonte renovable, con la compra del 50,1% de Contratas Leza con una cartera de 2600MW en proyectos fotovoltaicos y espera que la compañía tenga en 2025 un valor de hasta 100 millones de euros en 2025. Llegado ese momento, espera comprar el subsiguiente 49,99% de la compañía en un precio que podría oscilar entre los 10 y los 50 millones de euros, según su valoración en ese instante.

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